Si mirás el desarrollo, fue un partido más de los que se nos escaparon puntos en este torneo Actitud de ataque, dominio del balón, clara ventaja en el desarrollo estratégico del partido, un buen primer tiempo con 4 situaciones claras de gol, a saber, mano a mano de Gaitán con el arquero, centro rasante de Palacios desde la derecha que pasa a centímetros de la cabeza de Martín que entraba, cabezazo de Rodrigo, sacado al corner por el arquero rival, tiro de Battaglia que se desvía y se va besando el travesaño, con el arquero sin asunto.
Del otro lado, ninguna llegada seria, tarde tranquila para el Pato hasta ahí.
En el segundo tiempo, la misma actitud, pero perdimos profundidad, y paradójicamente fue cuando abrimos el partido, con un furibundo remate del Gran Martín desde afuera, golazo, y a cobrar. Pero no supimos, otra vez, administrar la ventaja. Ellos acertaron con los cambios, consiguieron más movilidad sacando a jugadores sin peso, aunque uno de ellos muy pesado, pero hasta la media hora sin arrimar ningún tipo de peligro. Pero, como hace 7 días, en La Plata, otra vez, foul cerca del área, otra vez tiro a la derecha del arquero, esta vez lanzado nada menos que por nuestro “apreciado” Gallardo, y otra vez el Pato deja la sensación de haber podido hacer algo más, la roza pero igual entra, empate, 1-1, baldazo de agua helada, del que nunca nos repusimos hasta el final. Vinieron los cambios que poco aportaron, y lo poco lo hizo Mouche, que entró por un agotado Rodrigo, porque, una vez más, la presencia de Gracián, adentro por Gaitán, pasó más que desapercibida, ¿y van?. Es más ellos lo tuvieron en bandeja, cuando Cáceres queda enganchado al tirar el offside, Falcao se va solo, remata sobre la salida del Pato (buena reacción al salir a atorar al que ingresaba solo al área), por suerte muy desviado. Esas fueron las únicas llegadas de ellos, muy poco para merecer tanto como este empate que han festejado mucho. Pero las suficientes como para castigar otra actuación Xeneize en la que se paga caro precio a no definir lo que se genera y a no administrar la ventaja que se obtiene en un momento clave del partido.
El problema y la bronca es que no era un partido más. Era el partido que debíamos ganar. Y si en el primer tiempo la ausencia de Román (ni en el banco pudo al final estar), no se notó tanto por el ritmo que le imprimió Gaitán, y la movilidad de Chávez y Palacios, fue imposible disimularla en el segundo tiempo, cuando las fuerzas comenzaron a mermar y se necesitaba imperiosamente administrar el balón sobretodo en el rato en que estuvimos en ventaja.
El Clausura, ya lo sabemos, no es prioridad para plantel y cuerpo técnico. Estamos a 10 puntos, demasiado lejos para ser ya la mitad del torneo y lo que viene por delante en el ámbito internacional. Es de esperar la hora del rodaje continuo de muchos pibes que vienen pidiendo pista y dejar todas las energías de los experimentados en el gran objetivo que es la Copa. En nuestra humilde opinión, están en condiciones de no quedar demasiado rezagados en el torneo, además de tener el rodaje necesario para estar a disposición de ser necesarios como reemplazos en la Libertadores.
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