Octavo triunfo consecutivo como local en la Copa Libertadores. Clasificación casi asegurada dos fechas antes. Cien por ciento de efectividad, cuatro jugados y cuatro ganados. Desde el punto de vista de los números, inobjetable.
Desde el punto de vista del juego en sí, la de anoche fue una actuación aceptable. Complicado en el comienzo del partido con la movilidad y presión de los paraguayos, con una ráfaga alrededor de la media hora que permite sacar una ventaja de 2 tantos, ventaja que se achica a uno sobre el final con un gol antológico de Paniagua (¿lo tenías?). Un excelente arranque de segundo tiempo con dinámica, presión y buen juego, que sin embargo no se traduce en la red hasta bien avanzado el período, con dudoso penal que Román transformó en gol, cuando ya el nivel había vuelto a decaer y los paraguayos, un poco por merma física y otro poco por escasez de jerarquía ya no llevaban riesgo alguno.
En resumen un partido donde se cumplió el objetivo de obtener los tres puntos. Plantel, cuerpo técnico e hinchas somos conscientes que se necesitan mejores prestaciones para seguir avanzando, pero todos y sobre todos los hinchas conocemos la estirpe copera del plantel y la capacidad del cuerpo técnico. Así, que en alrededor de un mes, cuando comiencen los octavos de final, y ya con la mayor parte de los lesionados recuperados, confiamos plenamente que el nivel será muy superior al mostrado hasta ahora, cuando en realidad no se ha necesitado más.
Ahora, a ocuparnos por unos días del torneo local, equipos blanquirojos nos esperan en el camino, será cuestión de pasarlos......
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