Ya está. Estamos a horas de un nuevo superclásico. Solo queda preparar las cábalas, que no se olvide ninguna y salir para la cancha (los afortunados que los veran in situ) o disponerse a verlo por tele, el resto que no podemos ir al Templo.
Poco y nada se puede aclarar sobre las dudas en las formaciones. Juega Battaglia, juegan los paraguayos y no se sabe aún si Román es de la partida.
Analizando el tema Román, las dudas y el partido, vaya la columna de hoy de Marcelo Guerrero en Olé…
……..La única vez que Riquelme no jugó un clásico por lesión fue en el Clausura 2002, derrota 0-3 en casa luego de ocho años. A pesar de esa negativa referencia, no parece prudente arriesgar al N° 10 cuando el equipo ni siquiera se aseguró todavía la clasificación a octavos de la Libertadores. Es verdad que Ischia guardó jugadores para esta ocasión y que ganarle a River es un logro que disimula eventuales resultados adversos, pero ¿qué pasa si Román arriesga y se pierde tres o cuatro semanas de competencia?
Riquelme no debe ninguna materia en los clásicos. Aprobó todas: cómo darlo vuelta, cómo hacer goles, cómo bancar la inferioridad numérica. Y fue figura en la mayoría, desde aquel debut glorioso en un 2-1 de 1997. El entrenador y el propio futbolista sabrán elegir la mejor opción para Boca.
Aparte otra cosa, diría un pensador paraguayo, ¿Chávez y Gaitán no son capaces de aportar el fútbol suficiente para superar a la formación de Gorosito? Ojalá que Ahumada no vuelva a lesionar a Pochi, con la escasez de volantes que hay...
La defensa tiene hoy la misión de anular a Fabbiani y/o Falcao, un desafío para los paraguayos que vuelven. En el medio habrá que impedir la sociedad de Gallardo con Buonanotte o Bou, que seguramente buscarán aprovechar las subidas de Ibarra/Morel. Adelante la esperanza es que Palacio y Palermo anoten en un mismo superclásico. Lo han hecho en tantos partidos ya, muchachos. Qué les cuesta uno más…..
Humildemente agregamos…….QUE ASI SEA…..
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