Salimos a jugar como equipo chico. Y caímos como equipo chico. Estudiantes literalmente nos vapuleo todo el partido. Y no nos confundamos con el resultado. Fue 2-1 para el pincha, pero la diferencia en la cancha fue de al menos 4 goles. Solo una buena tarde del Pato y algún firulete de más para definir de ellos hizo que el marcador no fuera bochornoso.
Llenamos el medio de volantes y no pudimos prevalecer nunca. El primer tiempo de Boca fue sencillamente espantoso. Sin una sola llegada neta de gol. Maniatado por un local que dominó a voluntad todos los aspectos del juego. Y si solo salió ganancioso por 1-0 fue porque parecieron no querer liquidar el partido y que el resultado decantaría solo.
Para el segundo tiempo salió Marino (¿alguien puede explicar como este muchacho es primer opción suplente?) y entra Gaitán. A los 3 minutos en una jugada casi milagrosa, el gran Martín clava un golazo y empata. Fue un espejismo que duró no más de tres minutos. Nuevo gol de Estudiantes y a remar de nuevo. Si bien se llegó con más posibilidades que en el primer tiempo, una vez Insúa, otra Martín, un mano a mano de Gaitán mal invalidado por el árbitro, lejos se estuvo en el juego de hacerle siquiera cosquillas a Estudiantes, que dominó a su antojo todo el partido. Jugó al gato y al ratón con nosotros.
Es humillante ver a Boca así. Da mucha impotencia. Ver a jugadores que dejan todo (Palermo, Sebastián, el Pato), otros que luchan con sus limitaciones, físicas en el caso de Ibarra, futbolísticas en el caso de Paletta, pero al menos lo intentan, y ver por otro lado nada de nada en el resto, da mucha bronca.
No se como piensa Basile encarar lo que viene. No se siquiera si piensa encararlo. La semana pasada fue amague, ¿ahora será salida definitiva?. Solo se que con Coco o sin Coco el panorama es tétrico. Se viene Vélez y jugando así como hoy no hay ninguna esperanza.
Si no hay un cambio de 180°, en vez de mirar la tabla para la Libertadores, empezaremos de nuevo a ver el fondo de la tabla y a luchar para no estar sumergidos en él.
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