10/4/22

Tiempo de optimismo

 Aclaremos, cauto optimismo, y lo del tiempo se refiere al segundo tiempo del empate sin goles ante Vélez Sarsfield.

Porque si miramos el primer tiempo veremos un Boca que fue la nada misma. Inconexo, sin juego en el medio, saltando líneas, dependiendo de la inspiración y las buenas decisiones de Villa, cosa que no es aconsejable. En ese lapso, Vélez, que venía de caer por goleada solo 48 hs antes, lució fresco, ágil, con buenos movimientos y algunas llegadas inquietantes.

Cambió Battaglia y cambió Boca en el segundo tiempo. De arranque el ingreso de Romero por un Molinas que no rindió, luego Ramírez por Medina y esos dos cambios modificaron la cara del equipo y el andar del partido. Romero asistió y se movió, Ramírez rompió por izquierda y sin ser un dechado de virtudes el equipo se acercó y contó con varias situaciones claras para convertir que el arquero rival evitó y le valieron ser la figura del partido. También en un cambio tan rotundo del juego influyó sin dudas la caída en el estado físico del rival, no sea cosa que nos engañemos.

Párrafo aparte para el VAR. Inentendible su funcionamiento. Hubo un penal cometido a Villa, difícil de advertir para el árbitro, pero muy claro en las repeticiones que ellos miran. No lo llamaron. Y hubo una clamorosa mano de Varela, que fue tan clara que lleva a pensar que algo pasó en la jugada para que no llamaran al referí ¿salió la pelota en el corner previo?, esperemos que lo aclaren convincentemente, porque así como anoche, el VAR no sirve para nada.

El martes hay que ganar si o si. No hacerlo sería empezar a despedirse prematuramente de la Libertadores. El funcionamiento del segundo tiempo permite ser optimistas, el del inicio llena de dudas y temores. Esperemos que Battaglia acierte con el 11 inicial y los elegidos respondan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario