Tercer triunfo al hilo. Tercer actuación que deja muchas cosas positivas y bastante menos negativas. En líneas generales un buen partido, ante un rival, que si bien viene de capa caída, es duro, estructurado, con un gran corazón y que corre todo el partido y juega cada pelota como la última.
Un primer tiempo trabado, con Tigre jugado a la contra y que a Boca le costó mucho abrir. Bien Román, bien Martín saliendo, buen dominio del medio, el mejor partido del Negro Ibarra en el año, tuvimos tres claras para marcar, pero en dos salvadas del arquero y el palo en un exquisito tiro libre de Román dijeron no.
El segundo se abrió rápido con gol de Gaitán en el arranque y nuevamente Gaitán pocos minutos después ponía el dos cero. Previo a esto otro par de situaciones netas de gol marcaban la neta superioridad local. A partir de allí todo se limito a dejar venir a Tigre para liquidarlo de contra. Y gozamos con una muy buena circulación de la pelota, espacios vacíos, juego fluido. Pero faltaba el golpe de gracia, y lo perdió Martín, y lo perdió Ibarra y lo perdió dos veces Román y no lo veían a Nico Gaitán para liquidar…..y cuando no se cierra un partido que está para goleada….
A pesar del muy buen partido del Pato (también de lo mejor del año), Tigre llegó al gol a falta de diez minutos, como no podía de ser de otra manera de cabeza. Nada que achacar al Pato, sí a la defensa (otro flojo partido de Cáceres…y van…). Y llegó el momento de sufrir. Tigre fue a la carga barracas, nos pegó un tiro en el palo y tuvo dos o tres aproximaciones muy peligrosas. Seguimos sin poderlo definirlo de contra en otras tres chances netas. Y así, con el corazón en la boca, quemando los cambios de a poco y con Román poniendo la pelota debajo de la suela en el tiempo de descuento y jugando al torero para goce y disfrute de todo el pueblo Xeneize, llegó el pitazo final (¿5 minutos no fue demasiado descuento?, en el último segundo casi moja el Vasco Arruabarrena).
Tercer triunfo al hilo, la punta mucho más cerca, el funcionamiento que empieza a aceitarse. A las individualidades que venía en franco ascenso (Battaglia, Martín, Román) y que siguieron en un buen nivel, se sumaron el Pato, Ibarra y Gaitán. El gigante se despertó, se desperezó y ya está en movimiento. Muchas buenas nuevas, de cara al domingo, porque, “ el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”…..
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