A caballo regalado…..

…. no se le miran los dientes, dice el viejo dicho popular. Y así debe ser nomás. O así debiera ser para dejar pasar por alto la pésima transmisión televisiva del Fútbol para Todos.

    Cuando comenzaron, de apuro, las transmisiones del fútbol por Canal 7, el canal estatal, no se podía ser demasiado exigente teniendo en cuenta el poco tiempo de preparación. Pero los horrores se siguen acumulando y potenciando en cada transmisión.

   Las tan criticadas propagandas que ocupaban gran parte de la pantalla durante el Fútbol para Pocos siguen de lo más campantes en el Fútbol para Todos, solo que en vez de insultar a la lata de Quilmes o la barra de Rexona, ahora insultamos a las autoridades gubernamentales y a los diferentes ministerios nacionales que anuncian obras que dudosamente se hayan cumplido o realizado. Esto sucede en todos los partidos, pero en el Superclásico Para Todos, con amplio despliegue en tierra, agua y aire como rezaba la publicidad todo fue peor.

   Se siguieron produciendo las repeticiones de jugadas largas y eternas que interrumpen el juego que se desarrolla en ese momento, pero a estas interrupciones le agregaron la de una cámara ridícula puesta arriba de una lancha en el río y que enfocaba la pared del estadio que da sobre el Río de la Plata, y la de un helicóptero que tomaba panorámicas del estadio desde arriba, pero sin realizar planos cortos de acercamiento, por lo que solo se veía una panorámica de la ciudad con el estadio en medio. Si estos “alardes” los hubieran mostrado antes del partido, o durante el entretiempo, todo bien. Pero lo hicieron varias veces durante el partido, interrumpiendo la emisión de jugadas que se estaban desarrollando en ese mismo momento, para reemplazarlas por tomas aéreas o marinas que poco y nada decían y que solo generaban muchas ganas de insultar.

   Si a eso le sumamos el relato de Araujo, con sus eternos clichés, como si todavía estuviéramos a comienzos de los ´90, la verdad es que las transmisiones siguen dejando mucho que desear. Y no porque se extrañe a muchos de los relatores ahora desplazados, la mayoría  de ellos también deja mucho que desear. Solución rápida, bajar el volúmen y disfrutar las imágenes “gratuitas”, cuando no las interrumpen.