El vaso está servido y está por la mitad. ¿Medio lleno o medio vacío?. Si Boca ayer frente a Racing hubiese sido ese vaso, sí o sí hay que hacer las dos lecturas.
Medio vacío: otra vez en desventaja al comienzo del partido, como en 6 partidos sobre 8 del Apertura. otra vez nos marcan al menos un gol, como en todos los otros partidos. Otra vez un centro largo y llovido complica a toda la defensa y al arquero. Otra vez dos jugadores rivales entran libres al área chica. Otra vez a remarla de atrás y con el agravante que el que nos iba ganando es el equipo con menos goles a favor del Apertura, cosa que demostró en el resto del partido con una anemia ofensiva más que destacable y que ayudó a disimular los problemas defensivos nuestros, a esta altura más que preocupantes.
Medio lleno: volvimos a ganar y por primera vez en el año dos veces seguidas en el ámbito local. Está volviendo Román a ser Román con todas las letras, corre, ordena, mete asistencias, encara y define. Decisivo como en sus mejores momentos, de un remate suyo que da en el palo y empuja Viatri, nace el empate, de una devolución de pared con el taco a Viatri, el gol del triunfo. Viatri, como en el Apertura pasado, demuestra que es el reemplazante natural y con aptitudes para no extrañar más de la cuenta al Titán. El tandem Battaglia-Rosada se está afirmando cada vez más y es una más que buena noticia en un lugar del campo donde veníamos flaqueando. Pochi por actitud es mucho más que Marino para ser opción al Pocho. Y sobre todo, se volvió a ganar y como dice el Virrey, las victorias llaman a las victorias. Y todos sabemos que ganando es mucho más sencillo mejorar.
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