Hay triunfos y triunfos. Hay triunfos que son un resultado más, y otros que son un punto de inflexión, que comienzan a marcar una tendencia. Triunfos dorados, asociando esto al valor que tienen en sí mismos.
Y hoy vimos un triunfo de estos. Porque haber vencido a Lanús por 2-1, en la cancha granate y con el desarrollo que tuvo el partido, se puede decir que vale más que tres puntos. Tanto desde lo numérico, cuanto desde lo anímico.
No había empezado bien el torneo para Boca. Un empate imprevisto en la previa y más que sufrido en el desarrollo frente a Argentinos Juniors comenzó a nublar el horizonte. Encima se vivió una semana muy complicada tanto a nivel institucional como futbolístico. La apretada y los insultos a Palermo se inscriben en lo primero. La lesión que dejó afuera de este partido a Juan Román, en los segundo.
Y tocaba visitar a Lanús. Uno de los mejores equipos del fútbol argentino, sin dudas. Que eleva más aún su prestación cuando es local. Y se fue, encima con la obligación, si, en la segunda fecha, de no perder puntos que nos alejen de la punta de este Apertura y más aún de la clasificación a la Libertadores, en la suma del Clausura y Apertura.
Y fue un partido “de hacha y tiza”. Que tuvo de todo. Momentos de dominio Xeneize, momentos de amplio predominio granate, momentos de estabilidad en el juego. Mucho despliegue del local, mucha ambición de Boca, mucho roce y raspe en todo el campo de juego. Lo fuimos ganando con gol del paraguayo Cáceres cuando promediaba el primer tiempo. Nos empataron en esa etapa, cuando no, de cabeza, luego que el Pato sacara al corner un cabezazo (otro más) a quemarropa en el área chica. Salieron por lesiones antes de empezar el segundo Battaglia (nada menos) y Morel, adentro Rosada y Monzón. Se vino Lanús, aguantó Boca, que tampoco resignó nunca el intento de ganar. Lo emparejó Boca y pasó a dominarlo. Y empezó a llegar y a preocupar. Y a diez del final, Martín, el eterno e inoxidable Martín Palermo metió el cabezazo goleador y ganador para poner el definitivo 2-1. Fue Lanús y no pudo inquietar más. Se habían quedado sin fuerzas ni resto físico. Y fue triunfo muy festejado y fueron tres puntos de oro.
Se ganó en un reducto donde pocos saldrán con puntos en este campeonato. Se ganó frente a un rival que jugó muy bien tanto táctica como estratégicamente, que realizó un tremendo desgaste durante todo el partido, pero que no pudo quebrar a Boca. Se obtuvieron tres puntos que nos dejan en el lote puntero, pero que sobre todo son un envión anímico más que importante.
Ahora se viene Newell´s, uno de los punteros que ha ganado sus dos partidos. Para Basile, armar el rompecabezas para el jueves, porque no pueden jugar los jugadores de selecciones nacionales. O sea, afuera Cáceres, Morel, Battaglia y Medel…..vayamos prendiendo velas para que al menos vuelva Román.