25/6/22

Extraña noche de "VARes"

Hubo 3 penales. Que en realidad fueron 4. Pero debieron ser 5. O 6.

Promedia la primera etapa. El árbitro da penal para Unión por foul de Campuzano. Jugada en  el límite entre el foul y el piletazo. El VAR no llama, gol 0-1.

Minutos más tarde, están a punto de sacarle la camiseta (literal) a Figal de un agarrón en un corner. El VAR no llama.

Finalizando la etapa, claro penal a Medina. Convierte Salvio, 1-1.

Promedia la segunda etapa, plancha descalificadora de Luna Diale. El árbitro no ve. El VAR no llama.

Últimos segundo de los 6 minutos adicionados. Foul de Izquierdoz, doble amarilla y roja, el árbitro cobra afuera del área. Llama el VAR, hace cobrar penal. Será la última jugada del partido.

Patea Troyanski. Ataja García. Llama el VAR y hace patear de nuevo, por "adelantamiento del arquero". 

Patea nuevamente Troyanski y convierte. Final 1-2. Hace un festejo ridículo, calienta el ambiente, ya subido de tono y terminan expulsados él y Zambrano.

Para terminar con el VAR y el cobro del adelantamiento (medio pie) a García en el penal, ¿Cómo se determina el momento exacto en el que la pelota da un giro sobre si misma y permite marcar este adelantamiento o un orsay? ¿Hay algún programa específico o algoritmo o es a "ojímetro"?. Si es la última opción, ya sabemos que el fotograma de inicio, nunca nos favorecerá.

Fue un partido extraño de Boca, más allá de todas las polémicas. Jugó un aceptable primer tiempo, en el que se lució varias veces el arquero rival, empezó el segundo tiempo como para liquidarlo de entrada y se fue quedando a medida que comenzaron a entrar los titulares. ¿Entraron pensando más en el martes que en el partido?. Quizás, porque tanto Pol como Romero, lucieron fríos e imprecisos, Zeballos participó poco y solo Villa dio la talla. En el primer tiempo había ingresado Izquierdoz por lesión de Figal (pinta feo esa rodilla) y fue protagonista de sendos foules de amarilla.

Varios no supieron aprovechar la oportunidad de jugar como titulares. Weingadt jugó como para que lo pongan en la ruta y que elija si quiere ir a La Plata o Rosario. Campuzano, como para ser suplente de Rolón, Figal, lo ya dicho, lesionado, Zambrano cumplió, Medina no desentonó, el pibe Langoni mostró alguna pincelada y poco más, Vázquez absolutamente perdido, más allá que no se lo buscó con acierto. Los que sí aprovecharon la ocasión fueron Molinas y Salvio. Toto tuvo momentos de aquel Toto, aunque a veces exagera tirando caños y Aaron tuvo una gran noche. Insólito que haya salido. Quizás Battaglia quizo hacer mover un poco a Romero pensando en el martes. Con el resultado puesto, cambio errado.

Es una lástima que en 5 fechas se hayan rifado puntos ante rivales accesibles como Central Córdoba y Unión. Tampoco es para dramatizar, porque no se mereció perder ninguno de los 2 y porque queda la friolera de 66 puntos por jugar. De todas maneras son puntos que se pueden añorar en un final cerrado. 

De nuevo, ya clasificados a la próxima Libertadores, la prioridad por ganar la de este año se exacerba. Claro que si no se lo logra este torneo adquirirá una importancia mayor, y de ahí el posible lamento de estos puntos. Pero todo eso es un futuro incierto, como todo futuro. Ahora solo cabe pensar en el corto plazo y ese corto plazo marque que "el martes, cueste lo que cueste".

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