En el mejor partido desde la vuelta de fútbol, y tal vez el mejor del ciclo Russo II, Boca vapuleo a Racing, dió vuelta la serie y clasificó por tercer año consecutivo a las semifinales de la Libertadores.
Que no se dijo, que no se cuestionó de la formación que finalmente puso Miguel en la cancha. Nadie creía que después del partido con Independiente Cardona no sería titular. Y no lo fue. Russo apostó a un 11 inicial lo más parecido posible al que fue campeón en marzo. Solo Jara por Buffarini y la presencia clave del Pulpo González en el medio a "jugar de Pol Fernández", reemplazando a Capaldo.
Y Boca le dió a Racing una lección táctica. Lo dominó todo el partido, sea plantado en campo rival, sea retrocediendo 20 metros para poder atacar los espacios. Entonces es válido preguntar, ¿por qué una diferencia tan exigua en el global de la serie, que la mantuvo abierta hasta el pitazo final?. Fácil de explicar, por Arias. El arquero de Racing que posibilitó con su actuación en Brasil que pasaran, que también fue figura en la ida, hoy descolló y evitó una goleada catastrófica. Les sacó mano a mano a Soldano y Villa, sacó remates de Salvio, de Villa, de Carlitos, en fin, solo él mantuvo una ilusión de su equipo hasta el final,
Russo cambió a tiempo. Volvió a jugar con centrodelantero y Carlitos por detrás. Y Carlitos fue figura. Con la cancha de frente, con la posibilidad de asociarse con el Pulpo en el primer tiempo y con Cardona los últimos 20 minutos, manejó los hilos del equipo. Volvió a brillar Campuzano, la dupla de centrales impasable. Fabra hizo un surco por la izquierda y enloqueció a todo Racing, Toto volvió al gol y al jugar sin tanta obligación defensiva pesó donde más daño hace. Villa tuvo un buen partido, que pudo coronar con un gol de penal que sorpresivamente le permitieron patear Carlitos e Izquierdoz.
Soldano es un capítulo aparte. Tiene un despliegue conmovedor, pero siempre le falta algo para poder meterla. Todos pensamos que después de marcar frente a Independiente se le abriría el arco, pero hoy se encontró con Arias que le negó tres veces el gol.
Boca se asomó al abismo, vió la cara de la eliminación cerca y reaccionó. "Nos dieron por muertos", dijo Carlitos post partido. Y es cierto, la patria periodística nos fulminó, con esa seguridad que ellos tienen y vaya a saber quién se las dió, y ya avivaban fantasmas de renuncias, retiros y tormentas varias. Señores, "los muertos que vos matais, gozan de buena salud".
Vamos Boca, Feliz Navidad y a seguir soñando
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