Inolvidable para toda la humanidad ha sido este 2020. Se termina con la esperanza que sea el peor que hayamos visto y que al 2021 no se le ocurra imitarlo, pero eso lo iremos viendo con el correr de los meses.
Pero en lo que respecta al fútbol, para Boca ha sido un año impecable.
Se inició con cambio de dirigencia y de cuerpo técnico. Se inició con un empate en 0 ante Independiente y quedando a 3 puntos de la punta de la extinta Superliga a falta de 6 partidos. Se ganaron los 6 al hilo y se festejó el título por un punto en la última fecha. Paralelamente se había iniciado el grupo H de la Libertadores con un empate en Venezuela y un triunfo como local ante los colombianos. Y por si fuera poco se goleó en la primer fecha de la Copa de la Superliga. Estábamos a 15 de marzo. Llegaba el descalabro mundial.
La pandemia de coronavirus frenó toda la actividad por largos meses. Se extinguió la Superliga. Se anuló la copa que se había empezado a jugar, y hasta fines de agosto no se permitió ni siquiera entrenar. Tuvo que presionar la Conmebol con el reinicio de la Libertadores a mediados de septiembre para que el fútbol argentino se empezara a sacudir la modorra.
Y allá fue Boca rumbo a Paraguay, con todas las dudas a cuestas por como se reaccionaría luego del parate, el más largo de Sudamerica. Y se ganó. Y se ganó en Colombia. Y se ganó en casa a los venezolanos y se empató con los paraguayos ganando el grupo.
El sorteo posterior determinó que había que eliminarse con Inter, y se lo eliminó y vino Racing y fue lo mismo. Y paralelamente se ganó el grupo del nuevo invento la Copa de la Liga Profesional, devenida en Copa Diego Maradona. Y se termina el año punteando en la segunda fase de dicha competencia.
Con altos y bajos, con alegrías y sinsabores, termina desde los números un año impecable, pero sobre todo termina con el equipo en alza y con chance ciertas en las dos competencias en las que participa. La primer quincena de enero será determinante para saber si podemos soñar con ganar todo. Nos sobra optimismo, sabemos que es posible. Toca brindar, toca desear que los sueños se realicen.