22 de diciembre de 1991, gobernaba Carlos Saúl hacia poco, Bush padre soñaba ser reelecto, las pc empezaban a hacerse populares, pero tenían la capacidad de un tema de música, windows era un sueño lejano, casi tanto como internet, las redes sociales y los smartphones. Otro mundo.
Desde ese lejano mundo, Boca no le ganaba a Talleres en el Kempes (que por entonces se llamana Chateau Carreras), pero todo tiene un final, todo todo termina.
Boca debia ganar a como de lugar, la victoria del puntero en la previa lo habia dejado a 6 puntos y sin posibilidad de tropiezo. Y Boca respondió razonablemente bajo presión. Jugó casi sin sobresaltos durante 80 minutos, sacó dos goles de ventaja y terminó sufriendo por no liquidar el resultado con anterioridad.
Rápidamente abrió el partido con un contraataque fulminante sobre los 13'. En un corner que descuelga Díaz, rápida habilitación a Salvio que corre 40 metros con un desastroso retroceso rival y asiste a Villa que, esta vez si, define correctamente. Con la tranquilidad de la ventaja Boca manejo el.desarrollo. Buen rendimiento de Campuzano manejando el corte y la anticipación, Pol como primer toque y Carlitos, muy activo todo el partido basculando todo el partido entre un virtual enganche y un media punta. Salvio mejoró mucho respecto al partido frente a Independiente, flojo Soldano y Villa fue la figura. Porque además del primer gol, fue el asistidor a Carlitos para el segundo, en otro contragolpe fulminante desde los pies de Díaz. Y también obligó todo el partido por ambos laterales, generó un par de situaciones claras más (no las terminó bien), fue una pesadilla para la defensa rival.
Ya con los cambios realizados (Obando por Salvio, pasando Villa a la derecha, Marcone por un agotado Campuzano y el debut de Avila por un ¿desgarrado? Fabra) llegó el descuento del local en un doble cabezazo en un corner. Bien dicen algunos que 2-0 es el peor resultado. En desventaja por solo un gol y un cuarto de hora, con la prorroga por jugar, Talleres se vino con todo y como frente a Independiente fue el momento de Díaz que mantuvo el triunfo y la esperanza de pelear hasta el final la Superliga.
Si estuviéramos en un fútbol coherente y normal estaríamos en medio de la pretemporada probando sistemas, intérpretes y ajustando rendimientos. Estamos probando sistemas, intérpretes y ajustando rendimientos pero en el tramo final de un torneo en el que venimos de atrás, el puntero viene firme y la obligación de ganar si.o si se seguirá extendiendo en las próximas 5 fechas.
Toca disfrutar brevemente y ya preparar el choque del sábado ante otro rival más que complicado como los tucumanos de Atlético.
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