24/5/12

Semifinalistas, ¡¡¡Y a lo Boca!!!

   Después de 4 años volvemos a una semifinal de Copa Libertadores. Y volvemos después de eliminar en Brasil al equipo que nos sacó de esa Copa del 2008. El círculo se ha cerrado. La revancha se ha consumado.

   Volver con la clasificación de Brasil, luego de haber ido con una ventaja exigua, es un hecho trascendente. Tanto que pasa a ser anecdótica la forma en que se consiguió.

    Y si bien en el partido de vuelta, queda la sensación de una superioridad marcada de Fluminense, no es menos cierto que en el global de los dos partidos el pase de Boca es de estricta justicia.

   Ayer el partido se presentó como era previsible. Fluminense arriesgando mucho más en pos de conseguir el gol que nivelara la serie. Boca parado firme buscaba aprovechar los espacios que dejaba el local en la búsqueda del gol. El partido era equilibrado y con mucho movilidad (aunque escaso de llegadas de riesgo, como lo fue en la totalidad del encuentro), hasta que llega un tiro libre de larga distancia, una pelota que viajaba sin ningún riesgo, se desvía en Rivero, descoloca a Orión y entra lentamente contra un palo.

   A partir de entonces, los peores minutos hasta el final del primer tiempo de Boca en mucho tiempo. El medio de la cancha era zona de libre circulación para los locales, que pese al ímpetu y la sensación de neta superioridad no lograban arrimar peligro a Orión. Aplauso para la solidez de la defensa toda.

   El segundo tiempo fue bien diferente. Dio la impresión que Fluminense había gastado todo el combustible físico y emocional en el primer tiempo, y nunca desarrolló otra vez el dominio de la parte final de la etapa inicial.

   El dominio territorial fue para uno y otro durante breves lapsos, pero se veía que Boca estaba mucho mejor parado, si bien no lograba llegar con peligro, mientras que el local dispuso de tres chances muy propicias para marcar, Orión y la mala puntería de ellos los hizo desperdiciarlas.

   En los últimos diez minutos se advirtió claramente las intenciones de uno y otro. Fluminense se mostró conforme con la victoria por la mínima y con jugarse el pase en los penales. Boca, que seguía sin llegar con peligro, comenzaba a preocupar por la vía aérea y la pelota detenida, y producto de ese no resignarse a la suerte que pudieran deparar los penales, fue que llegó el minutos 90, fatídico para los locales, glorioso para la visita. Román, en la única que le quedó en todo el partido, mete una asistencia de aquellas a un Rivero que hace un pique inexplicable a esa altura del partido y define mano a mano con el arquero. Palo, recorrido por la línea y el arquero que nadie sabe como, vencido como estaba, manotea y la saca. La discusión sobre si había o no entrado, hubiera sido eterna, sino hubiera sido porque Silva venía entrando como una locomotora y la empuja a la red. Gol, empate 1-1 y clasificación asegurada. Locura en el campo de juego y en la tribuna, entre esos 4000 bosteros que dijeron presente en Río de Janeiro.

     Boca ya está en semifinales de la Copa. Esta noche conoceremos el rival. Será Vélez (si pasa a Santos), o U. de Chile o Libertad de Paraguay. Pensando en lo local serán viajes cortos en cualquier caso. Será difícil cualquiera de ellos. Pero apuesto a que todos lamentaron el pase de Boca. Saben bien lo que significa encontrarte con el Xeneize en fases decisivas.

   Estamos en la lucha en todos los frentes. Soñábamos con esto. Tranquilos. Lo mejor está por venir.

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