Seguimos en la carrera por todo

   Y se terminó mayo. Y ya pasaron 5 meses de este bendito semestre en el que Boca debía librar batalla en tres frentes diferentes. Y si bien desde el discurso se decía que se iba a tratar de luchar por todo, pocos creían que a esta altura eso fuera realidad.

   Y a esta altura, Boca es puntero del Clausura a falta de tres fechas, semifinalista de la Copa Libertadores y ahora también semifinalista de la Copa Argentina. Aún sin haber ganado nada todavía, el objetivo de ser protagonistas en todo está cumplido. Aplausos para plantel y cuerpo técnico.

   Anoche, con más sufrimiento del merecido, se dejó en el camino probablemente al rival más peligroso, no solo de los que ya hubo, sino también de lo que queda por delante. Rosario Central, no solo puso casi todo lo mejor que tenía, sino que siempre apostó a fondo a ganar esta Copa Argentina, y ya había dejado en el camino a pesos pesados como Vélez y Belgrano, si bien estos no habían puesto todo su potencial en juego.

   Tampoco Boca puso todo su potencial, y es más, Falcioni probó con un atrevido 4-3-3 que no dio los resultados esperados. Boca fue un equipo partido, al que le costó mucho enhebrar jugadas coordinadas y solo llegaba con arrestos individuales, al menos hasta promediar el segundo tiempo, cuando la entrada del pibe Alvarez dio un vuelco al desarrollo del partido.

   Con las deficiencias antes mencionadas, Boca igual era más peligroso, pero Central en su segunda llegada del primer tiempo, a los 40´se puso en ventaja y las cosas se complicaban sobremanera. Y cuando a los 8´del segundo tiempo los rosarinos dispusieron de un penal a favor, la  cosa parecía que se ponía demasiado oscura. Pero una gran atajada del uruguayo Sosa (debe quedar en Boca si o si, tremendo arquero y joven), le vuelve a dar aire al equipo.

   Luego de la citada entrada de Alvarez, Boca comenzó a llegar en forma continua, y no extraño entonces el empate de Blandi, y quedaron para lamentar las varias que perdió Viatri cerca del arco (extraño en él) y el tiro en el palo de Mouche a minutos del final. Central desde el penal errado no volvió a llevar riesgo y solo aposto a la definición por penales.

   Y por tercera vez (sobre cuatro) en esta Copa, Boca pasó con éxito esa prueba. Falló Mouche y convirtieron los demás, del lado rosarino, Castillejos (el especialista que entró para eso) reventó el travesaño y Zariff hizo una conversión de rugby, con lo que quedó sellado el resultado.

   Ahora, tocará el domingo jugar frente al sorprendente Deportivo Merlo. Se especula que ante los días libres hasta el siguiente partido, Banfield, el 9 de junio, Falcioni dispondrá de todos los titulares para moverlos. El tema es que con titulares o equipo alternativo, se está muy cerca de coronar este objetivo, tal vez el que menos importancia se le daba y por ende el que parecía más difícil, pero, así están las cosas. Entraremos a junio soñando con ganar todo lo que jugamos, eso ya es un mérito, pero, ¿sabes qué?, queremos más. Y lo bueno, es que son los jugadores los que quieren más. Quieren todo. Entonces, hacia allá iremos todos.