3/5/12

Menos de lo pensado. Más de lo merecido

   “El primer partido hay que ganarlo, después vemos el resultado” decía el Virrey, que algo sabía de Copa Libertadores, aunque por entonces no existía el gol doble de visitante. “Mi mejor resultado es 0-0 en la ida”, dice Mourinho que también algo sabe de definiciones, ahí si con gol doble de visitante. Distintas visiones para el mismo tipo de partidos.

    El hecho es que Boca ganó 2-1 como local el partido de ida ante la Unión Española de Chile. Se pensaba y especulaba con ganar por mayor diferencia. En la cancha seguramente no se mereció el triunfo, que llegó en la agonía, mientras el partido se consumía en un problemático empate, que dejaba a Boca con la obligación de salir a ganar a Chile.

   Boca no jugó bien en el primer tiempo. Le costó encontrarle la vuelta al planteo rival. Mucha gente agrupada en su campo, presión constante sobre el que llevaba la pelota, y disposición continua para salir en velocidad, explotando el terreno vacío entre Erbes y los  centrales y también las espaldas de estos dos. Se notó mucho la ausencia de Somoza.

   Se llegaba más y mejor que el rival, pero Boca no estaba cómodo, y siguió sin estarlo pese a la ventaja parcial de Román, que definió con maestría una muy linda jugada a un toque entre 4 jugadores.

   Y si el primer capítulo no fue bueno, en el segundo tiempo, hasta los 35´el panorama empeoró demasiado. Ya sin Ledesma en cancha (esguince de rodilla grado 2, mínimo un mes afuera), reemplazado por Rivero, el equipo jugó de la peor manera. Desconectadas la líneas, sin poder tener la pelota, sin presionar al rival, a merced de lo que los chilenos propusieran en la cancha. Y estos se movían con tranquilidad, y generaban riesgo, hasta que llegaron al empate, en un desafortunado cierre de Sosa que deja a uno de los delanteros de ellos cara a cara con Orión. Empate y olor a muy complicado.

   Y cuando menos se esperaba, un Boca que parecía cansado, se despierta de golpe. Habrá sido el orgullo herido, el aliento de afuera, la mística o una combinación de todo, lo cierto es que en esos diez minutos finales se llevaron por delante a los rivales. Lo tuvo Erviti, disfrazado de Messi y lo devolvió el palo, hasta que sobre el final, pase milimétrico de Román para el desborde a fondo de Mouche (había entrado por Cvitanich), centro perfecto (por fin) para la entrada de un Silva que salta disfrazado de Palermo y convierte el segundo gol consecutivo que vale ganar el partido.

    La serie está abierta. Pero vamos a Chile con ventaja, y conociendo como juega el rival, sus puntos fuertes y debilidades. Será imprescindible estar enteros (el domingo contra Rafaela, habrá que ver bien que equipo se pone en cancha), ser “cortos” para negarles espacios en ataque, no ceder tiros libres cerca del área, porque se mueven muy bien por arriba, y sobre todo, no resignar el ataque, ellos no demostraron solidez defensiva ni cuando defendieron con casi todos atrás, es de suponer que obligados a atacar, dejarán huecos que deberían ser aprovechados con facilidad.

   Será difícil, pero apasionante. Nos espera un miércoles de aquellos la semana que viene. El paso a cuartos de final es más que posible. También el quedarnos con las manos vacías. Se necesitará máximo rendimiento y concentración. Bienvenidos a la Copa Libertadores.

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