Se perdió y duele. Siempre duele perder el acceso a una final que otorgaría otra estrella. Duele aunque haya sido por penales. Pero hay dolores y dolores. Por ejemplo la eliminación de la Copa Argentina 2016 nos dejó sin Copa Libertadores al año siguiente. En esta ocasión Boca venía de ser campeón 72 hs antes. Todos sabíamos que los titulares estaban fulminados físicamente, y, seamos sinceros, todos se deben haber "excedido" en los festejos unas pocas horas antes de volver a jugar. Por eso advertíamos en el post anterior que íbamos de punto. Fue empate 1-1, en el segundo tiempo se pudo ganar con el ingreso de los habituales titulares (Romero, Varela, Langoni), incluso el Torito Morales, que si bien no es titular, últimamente ingresa con frecuencia. Pero no se pudo. Y hubo que ir a los penales. Y esta vez nos tocó perder. Muchos se sienten tentados de decir "por qué no ingreso Rossi!!", pero García cumplió su tarea atajando un penal de los 4 que le patearon. El problema fue que Boca falló 3 de 5 pateados. Y fallaron los que mejor lo hacen, Romero, Varela y Villa. Puede pasar, no se puede hacer un drama de todo.
Boca ha jugado 4 torneos largos en el año. Ganó 2, la Copa de la Liga y el Torneo de la Liga. Fue eliminado por penales en la Copa Libertadores y en la Copa Argentina. Aún le queda una final, la del "Trofeo de Campeones", ante Tigre o Racing que deberán jugar un partido eliminatorio. Ha sido un año largo, complejo, con muchos problemas, varios autoinfligidos, nada que no hayamos ido comentando. Pero en líneas generales ha sido un año que puede sentar las bases para lo que viene. Muchos y buenos juveniles han debutado y se han asentado. Seguramente el ciclo Ibarra se prolongará un año más como mínimo y tenemos mucha expectativa que una buena pretemporada nos permita ver un equipo más afianzado desde el juego, quizás el punto más flojo durante todo el año.
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