Con la exactitud y puntualidad que muchos gobiernos envidarían, Boca "vacunó" por la vía de los penales por segunda vez en tres meses al clásico rival. Un pase a cuartos de final de la Copa Argentina muy necesario por todo el contexto previo y por la forma que a partir de ahora se puede empezar a visualizar el futuro (mejor, esperemos).
Boca era punto, en la previa pocos, propios y ajenos, lo veían con chance de pasar. Y Boca jugó como se debía jugar, con mucha presión, doblando las marcas, dejando el alma en cada pelota. ¿Jugó bien? No, ni cerca. Manejó bien la mitad del libreto, el defensivo. Un rival que acostumbra a arrollar desde la intensidad al rival de turno le generó solo dos o tres chances claras de marcar, el partido por largos minutos se jugó como quería Boca y en el terreno que más le convenía. Pero Boca fracasó rotundamente en la otra faceta del juego, la ofensiva. Nunca inquietó y solo en un par de insinuaciones mal terminadas llevó algo de preocupación. Era evidente que el empate en cero le quedaba mejor, pero así y todo nunca se colgó del travesaño.
De cara a lo que viene, Russo se puede ir con varias certezas. Rossi se consolidó definitivamente en el arco. La pareja de centrales Izquierdoz-Rojo está llamada a ser inamovible. Rojo jugó un gran partido, sin dudas en el podio de los mejores de Boca. Podio que comparte, además que con Rossi, con Juan Ramírez. Segundo partido en Boca y ya se vislumbra todo su potencial. Un solo dato, hizo amonestar a 5 rivales, lo que marca que jugó y encaró más que bien, y que el rival ya sabía a quien debía cortar, se fueron turnando para pegarle. Advíncula dejó una buena sensación, aunque habrá que verlo en una línea de 4 en la que tenga más obligaciones de marca, de todos modos fueron sus primeros minutos. Las mayores dudas de cara a lo que viene están en Rolón y su titularidad inentendible aún, y en el poderío ofensivo. Mucho despliegue y desgaste tanto de Pavón como de Briasco, encomiable desde la fase defensiva, pero sin peso arriba. La llegada de un centrodelantero y la presencia de otro volante que ayude a Ramírez a generar se hace imprescindible. No en balde, en los pocos minutos que jugó Cardona (reemplazó a Zambrano, con lo que se rompió la línea de 3 centrales) y que coincidieron con Varela en cancha por Rolón, fueron los de mayor dominio de Boca cerca del área rival.
El partido finalmente se definió por penales. Creo que ya es cosa del pasado eso de "la lotería de los penales", dando a entender que es una cuestión de mera suerte. En estos tiempos de disputa de muchas copas, en las que abundan este tipo de definiciones, la suerte, que siempre tiene influencia en el fútbol, ha visto mermada su importancia. Los pequeños detalles influyen, los rivales son estudiados en la previa con detenimiento y los arqueros tienen un papel fundamental, tanto como los pateadores. Tanto uno como los otros deben saber a lo que se enfrentan, y si no lo saben eso habla de una improvisación alarmante.
En los pequeños detalles hay parte del éxito. Se sabe que estadísticamente el que empieza pateando tiene más del 70% de posibilidades de éxito. El arquero rival ganó el sorteo y eligió empezar atajando. Ganó el que pateó primero.
Rossi es un arquero muy confiable en las definiciones por penales. Quizás el único rubro en el que es superior a Andrada. Pero su pericia de poco servirá si los pateadores nuestros no están a la altura. La reciente experiencia en Brasil lo demostraba. Pero esta vez, los planetas se alinearon. Los cuatro que patearon y convirtieron (Rojo, Ramírez, Pavón e Izquierdoz) no le dieron la más mínima chance a Armani de atajar ninguno, más allá que es raro que este lo haga, y Rossi cumplió su faena atajando el primer penal que le patearon y viendo como en el segundo, el nuevo "gran goleador del fútbol argentino" hacía un papelón pateando como en un solteros vs casados en la quinta, luego del asado y con varios vinos encima.
Boca está en cuartos y se puede permitir vislumbrar un futuro mejor. Lo será en la medida que se siga trabajando, que se pulan los errores, que se tome nota de estos y que se corrijan ciertas posiciones en las que estamos flacos. El próximo domingo ante Argentinos Jrs. será una buena prueba para ver si esto empieza a ser así.
Pero mientras tanto, disfrutemos de esta alegría que no debe ser menor. La segunda eliminación al hilo al "equipo que mete miedo", la prolongación del invicto de un dt "que está de vuelta" ante "el gran Napoleón sudamericano". No es poca cosa para estar felices. Porque Boca, "está felí"
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