Casi como una expresión de deseos, ayer teorizábamos con que este partido con Sarmiento podía marcar un salto de calidad en el juego de Boca. Durante 20 minutos pareció que los deseos podían hacerse realidad. Como en Rosario, por izquierda el triángulo Fabra/Cardona/Villa rendía en gran forma, con un Villa extrañamente lúcido para tocar y filtrar pases. Sumado al despliegue de Campuzano en el medio y el despliegue atinado de Medina, parecía que la cosa se encaminaba.
Pero en un minuto fatal, en la misma jugada, se lesiona feo Toto Salvio (¿esguince de rodilla o algo peor?) e Izquierdoz con un fuerte golpe en las costillas, que esperemos sea solo eso. Pero más allá de los lesionados el problema estuvo en la resolución desde el banco de suplentes. Al lógico ingreso de Licha López siguió el absurdo de hacer entrar a Obando, pasando a Villa como extremo derecho y desarticulando el mejor circuito de juego que tenía Boca. De ahí en más todo el rendimiento del equipo fue de mayor a menor, a punto tal que Sarmiento que solo vino a cortar circuitos de juego y aguantar bien paradito en su campo, empezó a animarse e incluso se puso en ventaja en el segundo tiempo. Por suerte a los pocos minutos, un centro preciso de Cardona desde la derecha y el cabezazo goleador de Licha trajo un poco de tranquilidad. Nota al margen, Boca lleva 4 goles en tres partidos, de esos 3 goles fueron de zagueros centrales y de cabeza. Toda una demostración de la anemia ofensiva del equipo.
A tal punto fue errónea la inclusión de Obando que a falta de 15´y obligado a buscar el triunfo, Russo lo saca a él y a Zárate para hacer entrar juntos a Soldano y al pibe Vázquez en lo que fue el debut del goleador de la reserva. De jugar sin centrodelantero a poner dos juntos. Inentendible. Y menos entendible aún que ni saliendo Obando, Villa haya vuelto a la izquierda para volver a armar el triángulo.
¿Lo pudo ganar Boca? Claro que si. Dispuso de no menos de 4 situaciones claras para marcar. ¿Hubiera cambiado en algo la preocupación si se daba el triunfo? No debiera cambiar ni un ápice, toda vez que el rendimiento de muchos es bajo, el equipo no encuentra una línea de juego y las decisiones desde el banco complican en vez de solucionar.
Boca viene en caída de rendimiento desde el partido en Brasil frente a Inter que se ganó con una buena actuación. De ahí para acá (varios meses) con algunos picos buenos como la revancha frente a Racing, todo ha ido a menos rendimiento, más allá de haber ganado la Copa Maradona.
Es muy preocupante. Hay tiempo pero el tema es empezar a tomar decisiones coherentes desde ahora, tanto en formación del equipo como en los retoques para mejorar el rendimiento. Que faltan reforzar lugares lo sabemos todos, pero eso no tendrá solución hasta junio, y para entonces habrá en juego demasiado como para perder tiempo en lamentos. Trabajo duro y desde ahora, si no queremos ir hacia una tormenta grande
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