3/5/19

Un gran alivio

La imagen final vale más que millones de palabras. El racimo de jugadores festejando enloquecidos frente a su gente y la manera en que lo siguieron haciendo por largos minutos en la cancha y luego en el vestuario marca a las claras que no fue una "copita" más. Fue un gran desahogo de todos, de los que venían castigados del año pasado y de los que se incorporaron este año pero que ya se adaptaron a la realidad y a la exigencia del Mundo Boca. Uno que lo entendió bien claro fue Alfaro. Reservo al equipo titular para este partido, dejó en el banco a Carlitos, su emblema ("el escudo por delante") y lo hizo entrar cuando era necesario. 
No fue un buen partido. Le costó demasiado a Boca y de hecho no pudo romper el 0-0. El esquema ultracerrado que planteó Central le permitió aguantar cerca de su arco y poco más, solo un disparo desde lejos en el primer tiempo obligó a una buena intervención de Andrada. Otra imagen que vale más que mil palabras fue el festejo de los rosarinos al terminar el partido empatado, clara muestra de su apuesta a definir por penales. Sobre todo porque en el último cuarto de hora Boca se lo llevó por delante. Con la cancha bien abierta con Villa y Pavón, con Nandez atacando el área, con Más y Buffarini atacaban seguido, y Central ya sin piernas ni reacción, solo aguantaba y despejaba. Tres tiros en los palos, otras tantas salvadas del arquero y una pelota que entró en el arco y ni el árbitro ni el línea convalidaron. Y se llegó a los penales.
Y en los penales se lucieron los pateadores, de hecho la serie de 5 penales terminó 5 a 5 pues todos convirtieron y solo en un par de ocasiones ambos arqueros estuvieron cerca de contener. Todo se definió en el sexto turno, cuando Andrada desvía el penal de Rinaudo e Izquierdoz sentencia el partido.
Los penales hicieron justicia, pero sobre todo desataron un festejo contenido, un festejo que tuvo mucho de desahogo y alivio, un festejo que se necesitaba como el agua en el desierto.
Alfaro luego del partido y en medio de los festejos aportó su cuota de serenidad para el análisis y se atrevió a tirar un pronóstico que todos deseamos que se haga realidad "esto ha sido el puntapié inicial, a partir de ahora las cosas tienen que afirmarse mucho más y veremos el Boca que todos pretendemos". Palabras más, palabras menos, esas palabras las suscribimos todos y ojalá los jugadores las lleven a la práctica.

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