"El Boca de Alfaro juega feo". "El Boca de Alfaro juega mal". "Al Boca de Alfaro lo salvan los resultados". "El Boca de Alfaro cumple los objetivos, pero estos son menores y es gracias a algunas individualidades".....así trata la prensa deportiva a este Boca en diarios, radios y tv.
Pero el "Boca de Alfaro" jugará su segunda final en poco más de un mes. Una final que "no estaba en el radar" (Alfaro dixit) a principios de año pero que se encaró con seriedad y ahí estamos, donde los otros 24 equipos (muchos de ellos seguramente "jugando mejor") no están. Solo Tigre, el gran mimado de todos, y Boca se verán las caras el próximo domingo en Córdoba. Ninguno más.
Y Boca llega a esa final invicto, ganando tres partidos y empatando otros tres, con solo dos goles en contra. Y en este último punto hay que hacer hincapié.
Al llegar el dt se encontró con un plantel desbalanceado además de hundido anímicamente. La prioridad fue levantar esto último y a través del mercado de pases comenzar a equilibrarlo. Y la decisión fue rearmarse de atrás hacia adelante. No es casualidad que la totalidad de los refuerzos fueron orientados al bloque defensivo (Licha López, Junior Alonso, Marcone, Campuzano). Varios mercados de pases al hilo mayormente enfocados a llenar de delanteros el plantel generaron este desbalance. Hoy lo padecemos con la falta de volantes mixtos y de juego.
Rearmada la defensa, y ante la ausencia de generadores de juego como Bebelo (lesionado) o Almendra (en la selección sub 20), la decisión fue ir partido a partido parando un equipo acorde a lo que propondría el rival. Por caso, en cancha de Velez se salió con 5 defensores (3 centrales y los laterales funcionando como carrileros), en cancha de Argentinos jugó Obando en el medio como doble 5, pasando Nandez a la derecha y Pavón por izquierda, y ayer salió el juvenil para dejarle el lugar a Zárate, pasando Nandez al doble eje central.
Se esperaba un Argentinos más replegado en su campo, y al menos en los primeros 15 minutos sorprendieron presionando alto como si fueran locales. Ahí se evidenciaron los problemas de Boca en salida. Sin alguien que tome las riendas y marque los tiempos, la salida quedaba en pies de los centrales o de Marcone-Nandez. Era un manejo inseguro, que producía pérdidas contínuas u obligaba al pelotazo a Benedetto buscando ganar la segunda jugada. Luego de los 15 el equipo se asentó y Argentinos sintió el ritmo, por lo que ahí si retrocedieron a cerrar caminos y tratar de salir rápido. Molestaron mucho con centros cruzados, y producto de eso fueron las 2 o 3 situaciones propicias que generaron (no más) en todo el partido. Boca, más tranquilo en salida siguió adolesciendo de los mismos problemas para generar juego. Mauro aislado en la izquierda no pesaba, Carlitos debía trasladar mucho, y pese a eso fue el único que se mostraba, Pavón continua en su bajo nivel, le cuesta pesar en el uno contra uno y cuando quedó mano a mano con el arquero, definió más dos veces. En el rubro goles errados un capítulo entero para el Pipa. Está con el arco cerrado, falla goles que hace unos meses hacia con los ojos cerrados. Está en la mala racha que todo delantero tiene cada tanto, paciencia que en cualquier momento se corta.
El partido se definió entre los 8 y los 10 minutos del segundo tiempo. En ese breve lapso el visitante se quedó con 10 jugadores y Licha López armó una jugada de ataque por sorpresa y la culmino marcando el gol de cabeza luego de un precioso y preciso centro de Mauro (lo mejor de este en todo el partido). Con el partido roto, el visitante obligado a buscar el empate arriesgando todo, Boca no tuvo la efectividad necesaria para concretar alguna de las muchas chances que tuvo de contragolpe. Hasta que a 10 del final, la expulsión de Marcone emparejó los números en la cancha y le dió ilusión a un agotado Argentinos que pese a la tensión con la que se jugó no pudo imponer condiciones sobre el final.
Pasó Boca, "a lo Boca". Lamentando que para la final además de las ausencia que teníamos no estarán ni Marcone ni Nandez. Menudas ausencias y flor de laburo para Alfaro en la semana para armar un 11 competitivo.
Solo falta un pasito para otra estrella. No llegaremos como favoritos, el rival, de indudables méritos, llegará aupado por la crítica periodística y por todo el resto del ambiente futbolero. Una vez más y como manda la historia, será Boca contra todo y contra todos. Que lindo que sea así
Un blog escrito con todo el sentimiento xeneixe. Un lugar para vivir el día a día y también para recordar momentos inolvidables de la gloriosa historia del MÁS GRANDE..... y a veces agregar alguna que otra cosita......
27/5/19
25/5/19
Un paso más
Llegó el momento de dar el último paso que permita el pase a la final de la Copa Superliga. Será en La Bombonera, ante nuestra gente y en ocasión de la revancha del 0-0 de la ida en la Paternal.
Alfaro pondrá, obviamente, lo mejor disponible después de la primer semana completa de trabajo en bastante tiempo. Habrá una modificación táctica con la salida de Obando y el ingreso de Mauro, se pasará a jugar 4-2-3-1, al menos en ataque, y estarán en cancha 4 delanteros netos Pavón-Carlitos-Mauro y Pipa.
Alfaro prevee un Argentinos que no presione tan arriba como en su cancha, que lo haga detrás de la mitad de la cancha con la intención de desplegarse rápido luego en ataque, y para eso cambia el sistema buscando herirlos más arriba. Por eso también jugará Pavón en lugar de Villa, porque interpreta que tiene características que molestarán más a un equipo cerrado cerca de su área.
Andrada
Buffarini López Izquierdoz Más
Nandez Marcone
Pavón Tevez Zárate
Benedetto
En total serán 3 los cambios, además del ya citado de Mauro por Obando, ingresará Pavón por Villa y volverá de la sanción Izquierdoz por Alonso.
Argentinos Jrs. tuvo compromiso por copa Sudamericana el jueves (ganó 1-0 a Tolima en tiempo de descuento) y reservó bastantes titulares, lo que marca la importancia que le asignan a este partido. Será un rival de cuidado, que viene invicto como visitante en esta Copa, en la cual empató frente a Independiente y San Lorenzo y le ganó a Gimnasia en La Plata. En ese último partido también empató 0-0 en la ida, por lo que habrá que extremar las precauciones para mantener el arco de Andrada en 0. Vale recordar que el triunfo clasifica al que lo logre, y además Argentinos pasará en un empate con goles. El 0-0 llevará a los penales si se produce.
No es la Copa más importante, ni el gran objetivo, pero al igual que la Supercopa Argentina sería altamente favorable ganarla, este Boca en este semestre está sediento de cualquier resultado positivo al que aferrarse para volver a emerjer. Hasta ahora justamente los resultados vienen sonriendo, más allá del nivel de juego que muchos discuten.
Un pasito más Boca, uno más y estaremos en otra final.
Historial en Copa Superliga
Copa 2019
Argentinos Juniors 0 Boca Juniors 0
20/5/19
Todo por definirse
Tres partidos al hilo sin recibir goles. Tres partidos al hilo sin marcar goles. ¿Qué parte del vaso miramos?. Los que sostenemos que sin una buena defensa no se sale campeón miramos esto con simpatía. Pero no se puede salir campeón sin marcar goles. Como todo en el fútbol (y en la vida) hay que mirar más allá de los blancos y negros y buscar los grises. ¿Cómo jugó Boca en La Paternal?. Jugó mejor que ante Vélez, casi con los mismos condicionantes y salvando las distancias de la jerarquía de un rival y otro.
Lo cierto es que históricamente el Diego Maradona es una cancha muy complicada para Boca y en la que el local se venía moviendo como pez en el agua. Y al contrario de lo que venía sucediendo, Boca se va con el arco en 0 sin que Andrada haya sido figura ni tenido mucho trabajo, y por el contrario, fue el arquero local la figura que sacó tres mano a mano ante Pavón y Villa.
¿Boca jugó un gran partido? Seguramente que no, pero mostró una enjundia y una concentración durante todo el partido muy superior a la que venía teniendo, esta vez no se evidenció merma física sobre el final y justamente en ese tramo dispuso de al menos dos chances claras para irse con el triunfo.
Muy bien la defensa como bloque, sobre todo Alonso que reemplazó con éxito a Izquierdoz, bien Marcone en su tarea de corte-pase de primera, quizás todos ellos beneficiados por una cancha chica que hace que tengan que cubrir menos espacios. Nandez rindió bien, Carlitos fue el encargado de distribuir juego y lo hizo con acierto todo el partido. El problema fue que tanto Pipa como Pavón (y luego Villa) desperdiciaron demasiadas opciones claras de gol. En la falta de efectividad estuvo esta vez la gran carencia.
Boca se movió acertadamente como bloque. Minimizó las virtudes de Argentinos Jrs. en su faz ofensiva, esto es la movilidad constante, la presión, el pase entre líneas y el aporte de los laterales, y por el contrario profundizó las debilidades defensivas que se presentan por esa vocación de ataque en su cancha. Fue una lástima porque por el desarrollo del partido tranquilamente se pudo volver con un triunfo a casa.
Ahora toca preparar la revancha, y por primera vez en un largo mes, Boca dispondrá de una semana entera de trabajo y de recuperación física de los jugadores. Por el contrario el rival jugará entre semana su compromiso por la Copa Sudamericana, por lo que ciertos condicionantes extra futbolísticos cambiarán de lado.
Será un partido harto difícil y complicado, pero, a priori, las cosas parecen dadas para que se lo pueda resolver favorablemente. Veremos como suceden las cosas. Como desde que asumió Alfaro, paciencia y a confiar en el laburo.
Lo cierto es que históricamente el Diego Maradona es una cancha muy complicada para Boca y en la que el local se venía moviendo como pez en el agua. Y al contrario de lo que venía sucediendo, Boca se va con el arco en 0 sin que Andrada haya sido figura ni tenido mucho trabajo, y por el contrario, fue el arquero local la figura que sacó tres mano a mano ante Pavón y Villa.
¿Boca jugó un gran partido? Seguramente que no, pero mostró una enjundia y una concentración durante todo el partido muy superior a la que venía teniendo, esta vez no se evidenció merma física sobre el final y justamente en ese tramo dispuso de al menos dos chances claras para irse con el triunfo.
Muy bien la defensa como bloque, sobre todo Alonso que reemplazó con éxito a Izquierdoz, bien Marcone en su tarea de corte-pase de primera, quizás todos ellos beneficiados por una cancha chica que hace que tengan que cubrir menos espacios. Nandez rindió bien, Carlitos fue el encargado de distribuir juego y lo hizo con acierto todo el partido. El problema fue que tanto Pipa como Pavón (y luego Villa) desperdiciaron demasiadas opciones claras de gol. En la falta de efectividad estuvo esta vez la gran carencia.
Boca se movió acertadamente como bloque. Minimizó las virtudes de Argentinos Jrs. en su faz ofensiva, esto es la movilidad constante, la presión, el pase entre líneas y el aporte de los laterales, y por el contrario profundizó las debilidades defensivas que se presentan por esa vocación de ataque en su cancha. Fue una lástima porque por el desarrollo del partido tranquilamente se pudo volver con un triunfo a casa.
Ahora toca preparar la revancha, y por primera vez en un largo mes, Boca dispondrá de una semana entera de trabajo y de recuperación física de los jugadores. Por el contrario el rival jugará entre semana su compromiso por la Copa Sudamericana, por lo que ciertos condicionantes extra futbolísticos cambiarán de lado.
Será un partido harto difícil y complicado, pero, a priori, las cosas parecen dadas para que se lo pueda resolver favorablemente. Veremos como suceden las cosas. Como desde que asumió Alfaro, paciencia y a confiar en el laburo.
18/5/19
Por un primer paso firme
Llega el momento que se inicie una de las semifinales de esta Copa Superliga, que nos regala dos semifinales inesperadas. En la otra se enfrentan Tigre vs. Atlético Tucumán, ambos sorpresivos a priori si se tiene en cuenta que por ese lado del cuadro venían Racing, el campeón de la Superliga y riBer con todo su poderío. De esta, sin ser peyorativos se puede afirmar que hay un contendiente sorpresa, pues nadie (casi nadie mejor dicho, porque hay gente para todo) pensaba que Argentinos Jrs. podría estar en este lugar. Pero lo está y en muy buena ley superando rivales a priori superiores. Primero dejó en el camino a Independiente (3-2 de local, 1-1 en Avellaneda), luego a San Lorenzo (1-0 de local, 1-1 de visitante) y por último a Gimnasia de La Plata, que venía de eliminar a otro cuco como Defensa y Justicia (0-0 de local, 2-1 como visitante). Vale decir que viene definiendo todas las series fuera de La Paternal, manteniendo el invicto como local y liquidando a domicilio.
Boca por su parte jugó una ronda menos (los 6 primeros ingresaron directamente en octavos de final), llegó a esta instancia eliminando a Godoy Cruz (3-1 en Mendoza, 3-1 en La Bombonera) y a Vélez (0-0 ambos partidos y victoria 5-4 por penales). Boca por ser tercero en la Superliga definía todas las series como local, salvo la semifinal si el rival era Defensa y Justicia. No será el caso.
Con la seguidilla de partidos a cuesta, las lesiones y alguna sanción, es una incógnita y hasta último momento lo será, la formación titular. Si se puede aventurar que con la ausencia de Izquierdoz no habrá lugar para sorpresas como contra Velez y el fondo está claro será: Andrada-Buffarini-López-Alonso-Más, las dudas comienzan más adelante y la clave será la presencia o no de Benedetto. Si jugara se podría ver a Vill - Nandez- Marcone - Mauro; Carlitos y Pipa. Si no llega quizás un volante como Capaldo u Obando ingrese en el 11 titular.
Sea cual sea la formación Boca deberá enfrentar una cancha chica e incómoda ante un rival que viene con la estima en alza y que sabe que su gran oportunidad es hacer valer esa localía. Será fundamental sacar un buen resultado que dejenla serie abierta y definir como locales con, por fin, una semana completa de trabajo y preparación.
Historial en Copa Superliga
Este será el primer enfrentamiento entre ambos equipos en esta competencia
17/5/19
¡Hola Semifinal!
Y pasó Boca nomás. Y ya Vélez y todo el morbo generado en la previa es historia. Una historia que costó y mucho, porque además de lograr un sufrido 0-0, sufrido sobre todo sobre el final, después hubo que convertir los 5 penales de la serie para poder ratificar el pase.
Sorprendió Alfaro con el planteo inicial. Puso a Junior Alonso en el equipo titular para de esta manera tener 5 defensores, con los laterales jugando como carrileros y defendiendo con 3 cuando se atacaba. Con esto esperaba lograr un mayor peso en el medio para cortar los caminos de Vélez y abastecer al bloque ofensivo de Villa-Carlitos-Mauro, obligados a mucha movilidad al no tener un centrodelantero como referencia. Y la apuesta salió bastante bien en el primer tiempo. Un Boca mucho más agresivo y con más punch que el del partido de ida, le planteó una presión alta a Vélez que lo incomodó, y si bien el visitante no resignó la posibilidad de atacar con mucha gente, tuvo que jugar un partido en su propio campo que es lo que más lo incomoda, porque en el retroceso deja espacios y se equivoca bastante. Sobresalió Villa con una movilidad estupenda por todo el frente de ataque, de hecho tuvo un par de situaciones muy claras y sirvió otras tantas, Mauro, en un partido aparte estrelló un tiro libre en el travesaño, y Carlitos y Licha tuvieron un par de situaciones claras también. Del otro lado solo aproximaciones que insinuaban más que lo concretaban. Solo sobre el final la jugada de la polémica donde ellos piden un penal por un claro camiseteo en un centro que el árbitro ignora, como hacen habitualmente, pero que como bien sabemos si es a favor de este lado es escándalo nacional y cuando es en contra, no pasa nada.
Nada fue igual en el segundo tiempo. Boca pareció salir dormido y desconcentrado y nunca más pudo establecer la presión alta. Entonces se empezó a dividir la pelota en el medio y Vélez impuso su ley, despliegue del equipo, los extremos metiendo diagonales, los laterales subiendo bien pegados a la raya y al volante que se suma. Llegó el tiempo de Andrada y Sabandija respondió con creces. Sobre el cuarto de hora Alfaro manda a la cancha a Benedetto por Alonso, rompe la línea de 5 y pone un referencia hacia la que tirar bochazos que rompan la línea de presión y apostar a la segunda jugada. Durante un rato se vio lo mejor de Boca en el segundo tiempo, con el retroceso de Carlitos actuando de virtual enganche, logró salir del asedio e incluso dominar el desarrollo por unos minutos. Pero sobre la media hora la diferencia de prestación física se hizo notable y más aún luego de la expulsión de Izquierdoz (último recurso) que obligó al ingreso de Fabra por Carlitos. Esos minutos fueron a aguantar y rezar a San Andrada, que se hizo cargo de los ruegos y fue una muralla para las aspiraciones velezanas. Se llegó así a una tanda de penales que exhibió mucha eficacia, salvo un visitante que tiró su penal afuera y por esa vía se logró el pase.
Ahora a tratar de recuperar algo de físico para otro duelo bravo como será la visita a la Paternal. Pero para eso faltan un par de días. Paso a paso.....
Sorprendió Alfaro con el planteo inicial. Puso a Junior Alonso en el equipo titular para de esta manera tener 5 defensores, con los laterales jugando como carrileros y defendiendo con 3 cuando se atacaba. Con esto esperaba lograr un mayor peso en el medio para cortar los caminos de Vélez y abastecer al bloque ofensivo de Villa-Carlitos-Mauro, obligados a mucha movilidad al no tener un centrodelantero como referencia. Y la apuesta salió bastante bien en el primer tiempo. Un Boca mucho más agresivo y con más punch que el del partido de ida, le planteó una presión alta a Vélez que lo incomodó, y si bien el visitante no resignó la posibilidad de atacar con mucha gente, tuvo que jugar un partido en su propio campo que es lo que más lo incomoda, porque en el retroceso deja espacios y se equivoca bastante. Sobresalió Villa con una movilidad estupenda por todo el frente de ataque, de hecho tuvo un par de situaciones muy claras y sirvió otras tantas, Mauro, en un partido aparte estrelló un tiro libre en el travesaño, y Carlitos y Licha tuvieron un par de situaciones claras también. Del otro lado solo aproximaciones que insinuaban más que lo concretaban. Solo sobre el final la jugada de la polémica donde ellos piden un penal por un claro camiseteo en un centro que el árbitro ignora, como hacen habitualmente, pero que como bien sabemos si es a favor de este lado es escándalo nacional y cuando es en contra, no pasa nada.
Nada fue igual en el segundo tiempo. Boca pareció salir dormido y desconcentrado y nunca más pudo establecer la presión alta. Entonces se empezó a dividir la pelota en el medio y Vélez impuso su ley, despliegue del equipo, los extremos metiendo diagonales, los laterales subiendo bien pegados a la raya y al volante que se suma. Llegó el tiempo de Andrada y Sabandija respondió con creces. Sobre el cuarto de hora Alfaro manda a la cancha a Benedetto por Alonso, rompe la línea de 5 y pone un referencia hacia la que tirar bochazos que rompan la línea de presión y apostar a la segunda jugada. Durante un rato se vio lo mejor de Boca en el segundo tiempo, con el retroceso de Carlitos actuando de virtual enganche, logró salir del asedio e incluso dominar el desarrollo por unos minutos. Pero sobre la media hora la diferencia de prestación física se hizo notable y más aún luego de la expulsión de Izquierdoz (último recurso) que obligó al ingreso de Fabra por Carlitos. Esos minutos fueron a aguantar y rezar a San Andrada, que se hizo cargo de los ruegos y fue una muralla para las aspiraciones velezanas. Se llegó así a una tanda de penales que exhibió mucha eficacia, salvo un visitante que tiró su penal afuera y por esa vía se logró el pase.
Ahora a tratar de recuperar algo de físico para otro duelo bravo como será la visita a la Paternal. Pero para eso faltan un par de días. Paso a paso.....
16/5/19
Con aroma a final
Siendo que el fútbol es el deporte menos lógico de los que el hombre haya inventado, y a riesgo de comerme las letras que siguen a continuación, este partido tiene toda la pinta de ser la verdadera final y que de acá saldrá el campeón. Y esto basado en como viene quedando el cuadro de participantes en lo que resta de esta copa que va rumbo a las semifinales.
Dicho esto, Boca se trajo un buen resultado de Liniers y jugará en casa arropado por su gente. Pero los condicionantes del partido anterior estarán presentes y aún aumentados (diferencia de desgaste entre uno y otro, rival complicado de mucha dinámica y con ideas muy claras), suponemos que Alfaron dispondrá un planteo más ambicioso que el del domingo pasado, aunque luego hay que ver si el rival permite plasmar esa pretendida ambición.
El desgarro de Wanchope complica los planes de Alfaro porque Benedetto aún no está recuperado al 100% y por lo tanto será duda hasta último momento
Andrada
Buffarini López Izquierdoz Más
Nandez Marcone Campuzano Villa
Zárate Benedetto o Tevez
De nuevo, con estos jugadores el dibujo táctico puede variar entre 4-4-2 a 4-2-3-1 o incluso a 4-3-3. Lo importante será que el equipo sea corto, que esten concentrados y sean solidarios, no arriesguen pelotas en salida y sean inteligentes para contrarestar los movimientos del rival. En palabras de Alfaro será una partida de ajedrez que se definirá por pequeños detalles. Ojalá estemos atentos a ellos y hagamos los mejores movimientos
Historial en Copa Superliga
Copa 2019
Vélez Sársfield 0 Boca Jrs. 0
14/5/19
13/5/19
El vaso medio lleno (o medio vacío)
A riesgo de decir una obviedad digna de Perogrullo, el fútbol tiene dos fases, una ofensiva y una defensiva. Boca fue a la cancha de Vélez con varios condicionantes a enfrentar el "primer tiempo de un partido de 180´" y manejó muy bien la parte defensiva, fracasando rotundamente en la ofensiva.
Alfaro, a 72 hs. de un partido durísimo en una cancha pesada y embarrada (vs. Paranaense) que sucedía a otro de 72 hs. antes en las mismas condiciones (vs. Godoy Cruz), era consciente de las limitaciones físicas de los propios, pero también de las fortalezas de los ajenos. Vélez es un equipo intenso, sobre todo de local, que presiona sobre la salida y ataca rápido sobre los espacios, con dos extremos bien abiertos, con mucha ida y vuelta, laterales que se suman y volantes que acompañan. Minimizar ese juego y dejar la serie abierta para definir en La Bombonera era el objetivo. El 0-0 permite afirmar que ese objetivo se cumplió.
Este Boca es pragmático y no se le caen los anillo si hay que pararse en el propio campo con un 4-4-2 bien definido. La idea fue negar espacios al rival y con dos externos bien abiertos (Nandez-Pavón) explotar las espaldas de los volantes en contragolpe y a su vez frenar la subida de los laterales. Mauro suelto y Wanchope entre los centrales completaban el panorama ofensivo. Pero esto no funcionó, un poco porque se sigue extrañando horrores el juego de Bebelo que era el que conectaba los bloques defensivo y ofensivo y otro poco (mucho) por méritos del rival, que bien parado obligó continuamente a buscar saltar líneas jugando al pelotazo a Wanchope y apostando a la segunda jugada. Muy pocas veces dio resultado y la consecuencia es que casi no creamos situaciones de gol.
En la parte defensiva el desempeño fue bueno. Buffarini controló muy bien a Vargas, los centrales no tuvieron grietas durante casi todo el partido y Más alternó buenas y malas frente a Bouzat, que lo complicó sobre todo en el segundo tiempo. La prueba que la parte defensiva rindió es que Vélez en el primer tiempo tuvo una sola opción de gol, en un contragolpe en el que se resbala Izquierdoz, y en gran parte del segundo tiempo siguió la misma tónica. Pero en los últimos quince minutos se hizo ostensible la merma física de Boca, los cambios no lograron disimular esto (entraron Carlitos, Villa y Campuzano) y Vélez siguió atacando y presionando. En ese cuarto de hora final apareció Andrada en toda su dimensión y fue él (y un par de veces los palos) los que impidieron que Vélez se llevara un triunfo que a esa altura era merecido.
Todo estará por definirse este jueves. En caso de empate en 0 habrá penales, cualquier otro empate clasificará al visitante. Obviamente el que gane pasará. Ahora lo principal pasará por recuperar los físicos de los jugadores y sobre todo ver el grado de lesión de Wanchope que salió con una molestia y si Benedetto estará a disposición (estuvo concentrado pero no fue ni al banco). No será un partido exento de peligros y si bien Vélez baja algo su rendimiento como visitante, sus virtudes estarán presentes y no olvidemos que pasó a esta fase venciendo en la ida a Lanús 2-1 como visitante.
Pero de todo esto habrá que empezar a pensar a partir de mañana. Esta noche toca el sorteo de octavos de final de la Libertadores (y el cuadro posterior) y sabremos que nos depara el futuro inmediato.
Alfaro, a 72 hs. de un partido durísimo en una cancha pesada y embarrada (vs. Paranaense) que sucedía a otro de 72 hs. antes en las mismas condiciones (vs. Godoy Cruz), era consciente de las limitaciones físicas de los propios, pero también de las fortalezas de los ajenos. Vélez es un equipo intenso, sobre todo de local, que presiona sobre la salida y ataca rápido sobre los espacios, con dos extremos bien abiertos, con mucha ida y vuelta, laterales que se suman y volantes que acompañan. Minimizar ese juego y dejar la serie abierta para definir en La Bombonera era el objetivo. El 0-0 permite afirmar que ese objetivo se cumplió.
Este Boca es pragmático y no se le caen los anillo si hay que pararse en el propio campo con un 4-4-2 bien definido. La idea fue negar espacios al rival y con dos externos bien abiertos (Nandez-Pavón) explotar las espaldas de los volantes en contragolpe y a su vez frenar la subida de los laterales. Mauro suelto y Wanchope entre los centrales completaban el panorama ofensivo. Pero esto no funcionó, un poco porque se sigue extrañando horrores el juego de Bebelo que era el que conectaba los bloques defensivo y ofensivo y otro poco (mucho) por méritos del rival, que bien parado obligó continuamente a buscar saltar líneas jugando al pelotazo a Wanchope y apostando a la segunda jugada. Muy pocas veces dio resultado y la consecuencia es que casi no creamos situaciones de gol.
En la parte defensiva el desempeño fue bueno. Buffarini controló muy bien a Vargas, los centrales no tuvieron grietas durante casi todo el partido y Más alternó buenas y malas frente a Bouzat, que lo complicó sobre todo en el segundo tiempo. La prueba que la parte defensiva rindió es que Vélez en el primer tiempo tuvo una sola opción de gol, en un contragolpe en el que se resbala Izquierdoz, y en gran parte del segundo tiempo siguió la misma tónica. Pero en los últimos quince minutos se hizo ostensible la merma física de Boca, los cambios no lograron disimular esto (entraron Carlitos, Villa y Campuzano) y Vélez siguió atacando y presionando. En ese cuarto de hora final apareció Andrada en toda su dimensión y fue él (y un par de veces los palos) los que impidieron que Vélez se llevara un triunfo que a esa altura era merecido.
Todo estará por definirse este jueves. En caso de empate en 0 habrá penales, cualquier otro empate clasificará al visitante. Obviamente el que gane pasará. Ahora lo principal pasará por recuperar los físicos de los jugadores y sobre todo ver el grado de lesión de Wanchope que salió con una molestia y si Benedetto estará a disposición (estuvo concentrado pero no fue ni al banco). No será un partido exento de peligros y si bien Vélez baja algo su rendimiento como visitante, sus virtudes estarán presentes y no olvidemos que pasó a esta fase venciendo en la ida a Lanús 2-1 como visitante.
Pero de todo esto habrá que empezar a pensar a partir de mañana. Esta noche toca el sorteo de octavos de final de la Libertadores (y el cuadro posterior) y sabremos que nos depara el futuro inmediato.
11/5/19
Alto riesgo
Cuartos de final de la Copa Superliga y tocará visitar a un Vélez que es para muchos el equipo de moda.
El alto riesgo al que alude el título del post alude a varios elementos que tendrán peso en este partido
- El rival es el principal. El equipo de Heinze practica un fútbol de mucho ritmo, mucha presión sobre el oponente y cuenta con buenas individualidades que potencian el juego grupal. Recordar la forma en que nos complicó Defensa y Justicia con un estilo de juego con similitudes
- El entorno. De por sí las visitas a Liniers suelen ser complicadas, e esta ocasión con el morbo de la vuelta de Mauro el clima estará más caldeado de lo habitual y veremos si ese ambiente de las tribunas se traslada al césped.
- El tema físico. Ya dijimos que Vélez plantea partidos con ritmo, presión y vértigo. Boca vuene dd dos partidos muy exigentes en una cancha muy pesada y el partido ante Paranaense fue hace solo 72 hs. Veremos cuanto se hz recuperado el equipo y si tienen la posibilidad de llevar el juego al ritmo que más convenga
Alfaro pondrá en cancha lo mejor disponible y con el recuerdo fresco del partido ante los brasileños la gran incógnita será el poder encontrar un reemplazo para el lesionado Bebelo Reynoso. Almendra que no logró hacerlo olvidar se fue con la selección sub 20 así que no estará disponible al igual que Weigandt.
El probable y aún no confirmado equipo será:
Andrada
Buffarini López Izquierdoz Más
Nandez Marcone Campuzano Pavón
Zárate Wanchope
Las dudas pasan por la presencia de Nandez u Obando y si va Mauro de arranque o va Villa en su lugar.
Una buena ocasión para ver como responde el equipo ante un rival calificado y complicado y ver si se puede encarrilar la eliminatoria que se resolverá el jueves en casa
Historial en Copa Superliga
Este será el primer enfrentamiento entre ambos equipos en esta competencia
10/5/19
Así terminó, así sigue
La fase de grupos terminó y Boca se adjudicó el Grupo G
Así quedan conformados los bombos con los que se realizará el sorteo de los octavos de final en adelante
Sorteo que se realizará el lunes 13 de mayo en Paraguay
Misión cumplida
Es demasiado grande Boca. Demasiado grande como para que toda una corporación periodística esté fantaseando días y días con que si convenía o no ganar, si convenía o no ganar el grupo especulando con que si se prefería evitar a cierto equipo en octavos de final o arriesgarse a enfrentarlo. Lo más lamentable de todo esto es que nadie del Mundo Boca lo desmintiera tajántemente en la previa. Los jugadores y el cuerpo técnico lo hicieron en la cancha.
Boca no tuvo un gran partido. Sí lo buscó siempre pero solo jugó bien los 15 minutos iniciales y los 15 finales. En la hora del medio el equipo visitante fue el que impuso el ritmo del juego, sin ejercer un gran dominio ni generar demasiado peligro.
Con una cancha muy pesada, casi como la del domingo pasado, Boca salió decidido a ganar de entrada, con presión alta y el equipo casi por completo parado en campo rival, asfixió la salida de los brasileños y les generó tres claras situaciones de gol en un cuarto de hora, Mauro, Pipa y Licha López fallaron por muy poco. Pero no se pudo sostener la presión desde lo físico y ahí aparecieron por largos pasajes el déficit de no contar con Bebelo. Almendra tuvo otro flojo partido y Boca careció de enlace entre el bloque defensivo y los delanteros. Estos quedaban aislados y Mauro tenía que bajar demasiado, trasladar mucho y por ende perder mucho peso ofensivo. Solo por derecha el tandem Buffarini (la figura del partido por despliegue y peso propio)-Nandez-Villa generaba preocupación en el rival. Villa como delantero pesa mucho más que como volante. Pero por largos pasajes tendió a cerrarse como interno en vez de externo y más tarde, cuando los visitantes empezaron a dominar el mediocampo bajó mucho a ayudar en la marca y debía recorrer demasiado terreno para atacar, con el consiguiente desgaste.
Por eso, de a poco, los brasileños se adueñaron del trámite que pasó a jugarse a su ritmo, cansino cuando Boca estaba bien parado en defensa y muy veloz cuando podían contraatacar recuperando la pelota en el medio. No fueron punzantes como en Brasil pero generaban preocupación.
No cambió mucho el panorama en la primer parte del segundo, salvo que en un centro frontal, un error de cálculo de Andrada y los visitantes se ponen en ventaja. Llegó el momento de Alfaro para cambiar las cosas desde el banco. Ya se había quemado un cambio por la lesión de Pipa y el ingreso de Wanchope en el primer tiempo, en el complemento, con pocos minutos de diferencia entraron Pavón por Almendra (el equipo se paró 4-3-3) y luego Carlitos por Villa, pasando Pavón a la derecha y Mauro a la izquierda en un 4-2-3-1. Ese cambio modificó todo el desarrollo.
Porque Carlitos entró enchufado y comenzó a moverse entre rivales desgastados por el trámite y el campo pesado, a espaldas del volante central comenzó a mover la pelota con rapidez hacia los costados y Boca empezó a inclinar la cancha. Licha López marcó el empate en un exquisito centro de Mauro, Wellington el volante central de ellos se fue expulsado por un violento foul a Carlitos y todo empezó a ser de Boca, empujado por su gente y con la firme volundad de ganarlo. Paranaense solo atinó a cercar su área y sacar la pelota lejos, resignó toda chance de contraataque y se aferró al empate que los dejara ganar el grupo. El gol merodeaba pero no se concretaba, hasta que a un minutos, y en un acto de justicia, Carlitos pateó desde afuera y venció la resistencia brasileña. Aún quedó tiempo para que Nandez casi convierta el tercero.
Se terminó el grupo G y Boca lo terminó encabezando con 11 puntos. Lejos de estar entre los mejores primeros pero con el objetivo cumplido. Ahora el lunes sabremos el rival de octavos de final (la serie se definirá en casa) y el camino que habrá que seguir para llegar a la final de Santiago de Chile. A esperar con la tranquilidad de saber que para lograr el sueño de todos habrá que ganarle a quien venga en octavos y a los que vengan después. Sea quienes sean
Boca no tuvo un gran partido. Sí lo buscó siempre pero solo jugó bien los 15 minutos iniciales y los 15 finales. En la hora del medio el equipo visitante fue el que impuso el ritmo del juego, sin ejercer un gran dominio ni generar demasiado peligro.
Con una cancha muy pesada, casi como la del domingo pasado, Boca salió decidido a ganar de entrada, con presión alta y el equipo casi por completo parado en campo rival, asfixió la salida de los brasileños y les generó tres claras situaciones de gol en un cuarto de hora, Mauro, Pipa y Licha López fallaron por muy poco. Pero no se pudo sostener la presión desde lo físico y ahí aparecieron por largos pasajes el déficit de no contar con Bebelo. Almendra tuvo otro flojo partido y Boca careció de enlace entre el bloque defensivo y los delanteros. Estos quedaban aislados y Mauro tenía que bajar demasiado, trasladar mucho y por ende perder mucho peso ofensivo. Solo por derecha el tandem Buffarini (la figura del partido por despliegue y peso propio)-Nandez-Villa generaba preocupación en el rival. Villa como delantero pesa mucho más que como volante. Pero por largos pasajes tendió a cerrarse como interno en vez de externo y más tarde, cuando los visitantes empezaron a dominar el mediocampo bajó mucho a ayudar en la marca y debía recorrer demasiado terreno para atacar, con el consiguiente desgaste.
Por eso, de a poco, los brasileños se adueñaron del trámite que pasó a jugarse a su ritmo, cansino cuando Boca estaba bien parado en defensa y muy veloz cuando podían contraatacar recuperando la pelota en el medio. No fueron punzantes como en Brasil pero generaban preocupación.
No cambió mucho el panorama en la primer parte del segundo, salvo que en un centro frontal, un error de cálculo de Andrada y los visitantes se ponen en ventaja. Llegó el momento de Alfaro para cambiar las cosas desde el banco. Ya se había quemado un cambio por la lesión de Pipa y el ingreso de Wanchope en el primer tiempo, en el complemento, con pocos minutos de diferencia entraron Pavón por Almendra (el equipo se paró 4-3-3) y luego Carlitos por Villa, pasando Pavón a la derecha y Mauro a la izquierda en un 4-2-3-1. Ese cambio modificó todo el desarrollo.
Porque Carlitos entró enchufado y comenzó a moverse entre rivales desgastados por el trámite y el campo pesado, a espaldas del volante central comenzó a mover la pelota con rapidez hacia los costados y Boca empezó a inclinar la cancha. Licha López marcó el empate en un exquisito centro de Mauro, Wellington el volante central de ellos se fue expulsado por un violento foul a Carlitos y todo empezó a ser de Boca, empujado por su gente y con la firme volundad de ganarlo. Paranaense solo atinó a cercar su área y sacar la pelota lejos, resignó toda chance de contraataque y se aferró al empate que los dejara ganar el grupo. El gol merodeaba pero no se concretaba, hasta que a un minutos, y en un acto de justicia, Carlitos pateó desde afuera y venció la resistencia brasileña. Aún quedó tiempo para que Nandez casi convierta el tercero.
Se terminó el grupo G y Boca lo terminó encabezando con 11 puntos. Lejos de estar entre los mejores primeros pero con el objetivo cumplido. Ahora el lunes sabremos el rival de octavos de final (la serie se definirá en casa) y el camino que habrá que seguir para llegar a la final de Santiago de Chile. A esperar con la tranquilidad de saber que para lograr el sueño de todos habrá que ganarle a quien venga en octavos y a los que vengan después. Sea quienes sean
9/5/19
A cerrar el grupo
El fútbol es fútbol y esta frase tonta a primera vista puede resumir que nada está dicho antes de jugarse. Por eso mismo Boca no está aún clasificado a los octavos de final de la Libertadores y tiene que sellar ese pase no perdiendo ante Paranaense. En caso de ganar será el primero del grupo, en caso de empatar será segundo. ¿Y si perdemos, peligra el pase a octavos?. Perder se puede perder obviamente, pero para que peligre el pase debiera suceder una catástrofe. Porque Boca les lleva tres puntos de ventaja a Wilstermann y Tolima, que se enfrentan en Bolivia. Vale decir que además de perder el Xeneize debe haber un ganador en tierras bolivianas, y ahí entraría a jugar la diferencia de gol. Boca tiene +4, Tolima -3 y Wilstermann -7. O sea un combinado entre ambos partidos (derrota de Boca más victoria de alguien en Bolivia) de 7 goles contra Tolima o de 11 goles contra un triunfo de Wilstermann. Demasiado improbable
El objetivo es ganar el grupo. Para eso hay que ganarle a un duro rival como Paranaense. Si alguna enseñanza se puede extraer de la derrota por 0-3 (exagerada por lo visto en el campo de juego) de Brasil, habrá que estar muy atentos y concentrados. Seguramente ellos se replegarán en su campo e intentaran aprovechar cualquier error para salir rápido y con mucha gente. Los dos extremos y los dos laterales que subían fueron una pesadilla allá. Y no olvidar que los dos primeros goles vinieron luego de perder pelotas en salida.
No estará Bebelo y eso será un problema porque no tenemos un jugador de sus características para reemplazarlo. Partiendo de esa base, Alfaro mandará a la cancha a Almendra en su lugar
Andrada
Buffarini López Izquierdoz Más
Villa Nandez Marcone Almendra
Zárate Benedetto
¿Será un 4-4-2 como arriba? ¿Será un 4-3-1-2, con Nandez y Almendra como externos, Villa como delantero y Mauro como virtual enganche? ¿Será un 4-2-3-1, con Nandez-Marcone como doble 5 y una línea de 3 con Villa-Mauro-Almendra?, quizás sea un poco de todo dependiendo de como se vaya dando el partido y la prestación del rival. Como mínimo con estos jugadores hay asegurada flexibilidad en los esquemas.
Será una buena prueba, para saber donde estamos parados y donde necesitamos reforzar pensando en lo que vendrá de la Libertadores. El próximo lunes sabremos el rival de octavos y el eventual camino hasta la final en Santiago de Chile. Los octavos de final se comenzarán a disputar luego de la Copa América, o sea recién en julio
Historial en Copa Libertadores
Libertadores 2019
Paranaense 3 Boca Jrs. 0
7/5/19
6/5/19
Otro tilde en verde
En la imaginaria libreta de objetivos que manejaba Alfaro para estos meses hasta el final del trimestre se empiezan a acumular los cumplidos. Al pase de ronda en Copa Argentina siguió la obtención de la Supercopa Argentina y ahora se anota el pase a cuartos de final de esta Copa Superliga. Falta concretar el jueves el más importante, asegurar el pase a octavos de la Libertadores, y de ser posible, en el primer lugar.
El pase, desde los números fue impecable. Triunfo por 3-1 y un global de 5-2 para dejar fuera de carrera a Godoy Cruz. El análisis pormenorizado del partido mostraría una complejidad que esos números no muestran, si bien gran parte de esa complejidad fue dada por motivos extrafutbolísticos.
Porque arrancó muy bien el Boca casi alternativo ante el Godoy Cruz mucho más alternativo, y ya a los pocos minutos ganaba 1-0 con gol de Wanchope, dominaba el ritmo y el trámite y se encaminaba a una noche muy tranquila. Pero se largó un vendaval de lluvia que en escasos 20´anegó la cancha y obligó a un parate de más de un cuarto de hora para permitir que de bajar la intensidad de la precipitación la cancha drenara el agua ya caída. Algo de eso pasó, pero hasta el final del primer tiempo no se jugó en condiciones normales. Encima en esos minutos una violenta infracción (que ni amarilla mereció para el árbitro) le produjo una distensión ligamentaria a Bebelo y lo margina del resto del semestre. La peor noticia.
Antes del mini parate y por las condiciones de la cancha Boca tuvo un par de situaciones claras para liquidar todo, pero las mismas condiciones que generaban las posibilidades las impedían concretar. Una contradicción de un campo en condiciones imposibles.
El segundo tiempo fue otra cosa. La cancha se normalizó bastante, Nandez reemplazó a Bebelo (y se ubicó como externo por derecha, el puesto donde mejor rinde y que parece que Alfaro ha tomado nota) y de nuevo de arranque anotó Wanchope con lo que la serie parecía liquidada. Sobre todo porque los minutos comenzaron a pasar entre un Boca que tocaba cansino hacia los costados y un Godoy Cruz que no se animaba a adelantarse. Ambos parecían esperar un final previsible. Pero el fútbol no es previsible. Sobre la media hora, una jugada intrascendente, un rebote desafortunado y un golazo de un recién ingresado en los mendocinos bastó para que el partido cobrara un dramatismo imprevisto. Ahí sí Godoy se lanzó a un ataque furioso y estuvo un par de veces cerca de conseguir el empate que los hubiera dejado a un gol de la clasificación. Alfaro puso a Mauro por Carlitos y a Villa por Pavón. Quedó claro la importancia que le daba a la clasificación. Y Mauro está pasando un momento bárbaro. Tiro libre al lado del área por foul a Wanchope (¿no fue adentro y era penal?) y Mauro que la mete donde no se podía meter. Tercer gol y ahí si, partido terminado y clasificación asegurada.
Ahora queda por saber si el rival es Vélez o Lanús que juegan esta tarde. Van con ventaja los de Liniers y a partir que se confirme si son el rival empezará todo el morbo de nuestra benemérita prensa deportiva sobre la vuelta de Zárate a Liniers a enfrentar al club que lo vio nacer, lo idolatró y lo trató de traidor por el solo hecho de venir a Boca. Eso ocupará mucho tiempo en las pantallas de distinto tipo, pero no deberá distraernos de que el jueves es lo más importante para nosotros. Luego habrá un par de días para pensar en lo otro.
El pase, desde los números fue impecable. Triunfo por 3-1 y un global de 5-2 para dejar fuera de carrera a Godoy Cruz. El análisis pormenorizado del partido mostraría una complejidad que esos números no muestran, si bien gran parte de esa complejidad fue dada por motivos extrafutbolísticos.
Porque arrancó muy bien el Boca casi alternativo ante el Godoy Cruz mucho más alternativo, y ya a los pocos minutos ganaba 1-0 con gol de Wanchope, dominaba el ritmo y el trámite y se encaminaba a una noche muy tranquila. Pero se largó un vendaval de lluvia que en escasos 20´anegó la cancha y obligó a un parate de más de un cuarto de hora para permitir que de bajar la intensidad de la precipitación la cancha drenara el agua ya caída. Algo de eso pasó, pero hasta el final del primer tiempo no se jugó en condiciones normales. Encima en esos minutos una violenta infracción (que ni amarilla mereció para el árbitro) le produjo una distensión ligamentaria a Bebelo y lo margina del resto del semestre. La peor noticia.
Antes del mini parate y por las condiciones de la cancha Boca tuvo un par de situaciones claras para liquidar todo, pero las mismas condiciones que generaban las posibilidades las impedían concretar. Una contradicción de un campo en condiciones imposibles.
El segundo tiempo fue otra cosa. La cancha se normalizó bastante, Nandez reemplazó a Bebelo (y se ubicó como externo por derecha, el puesto donde mejor rinde y que parece que Alfaro ha tomado nota) y de nuevo de arranque anotó Wanchope con lo que la serie parecía liquidada. Sobre todo porque los minutos comenzaron a pasar entre un Boca que tocaba cansino hacia los costados y un Godoy Cruz que no se animaba a adelantarse. Ambos parecían esperar un final previsible. Pero el fútbol no es previsible. Sobre la media hora, una jugada intrascendente, un rebote desafortunado y un golazo de un recién ingresado en los mendocinos bastó para que el partido cobrara un dramatismo imprevisto. Ahí sí Godoy se lanzó a un ataque furioso y estuvo un par de veces cerca de conseguir el empate que los hubiera dejado a un gol de la clasificación. Alfaro puso a Mauro por Carlitos y a Villa por Pavón. Quedó claro la importancia que le daba a la clasificación. Y Mauro está pasando un momento bárbaro. Tiro libre al lado del área por foul a Wanchope (¿no fue adentro y era penal?) y Mauro que la mete donde no se podía meter. Tercer gol y ahí si, partido terminado y clasificación asegurada.
Ahora queda por saber si el rival es Vélez o Lanús que juegan esta tarde. Van con ventaja los de Liniers y a partir que se confirme si son el rival empezará todo el morbo de nuestra benemérita prensa deportiva sobre la vuelta de Zárate a Liniers a enfrentar al club que lo vio nacer, lo idolatró y lo trató de traidor por el solo hecho de venir a Boca. Eso ocupará mucho tiempo en las pantallas de distinto tipo, pero no deberá distraernos de que el jueves es lo más importante para nosotros. Luego habrá un par de días para pensar en lo otro.
4/5/19
Por el pase a cuartos
El rally de partidos de Boca en esta parte del semestre continúa. Al pase a 16 avos de Copa Argentina y a la obtención de la Supercopa Argentina, sigue el objetivo de asegurar el pase a cuartos de final de la Copa Superliga, para lo cual habrá que reafirmar el triunfo obtenido en Mendoza hace 7 días.
Boca llegará a este partido en casa con la ventaja del 2-1 en la ida, por lo que con el sistema de priorizar el gol de visitante, Godoy Cruz está obligado como mínimo a meter 2 goles (y que esos goles le permitan ganar el partido), para así clasificar si Boca no convierte o ir a penales si solo marca 1 el Xeneize. Vale decir que triunfo, empate o derrota 0-1 de Boca lo coloca en la siguiente fase.
Paradojas del destino, ambos presentarán equipos cuasi alternativos porque ambos se juegan el pase a octavos de final de la Libertadores en la semana, ambos el jueves 9 y de local, ante Paranaense y ante Universidad de Concepción, respectivamente.
Alfaro ha confirmado un equipo bastante parecido al que jugó en Mendoza, en el cual cuida a varios y mezcla algunos titulares
Andrada
Weigandt Izquierdoz Alonso Fabra
Pavón Almendra Campuzano Reynoso
Carlitos Wanchope
Si comparamos esta formación con la que jugó en Mendoza hace 72 horas y extrapolamos a lo que quizás veamos en La Bombonera el jueves solo Andrada, Izquierdoz y Reynoso serían titulares. Seguramente y como ocurrió en Mendoza, Zárate, Villa, Benedetto o algún otro titular ingrese en el segundo tiempo dependiendo de como se presente el desarrollo.
Las expectativas son las mejores, de a poco se va encarrilando el semestre y cumpliéndose los objetivos, esperemos que el domingo alrededor de las 23 hs. estemos poniendo otro tilde verde en esa imaginaria lista de metas a obtener de acá a un mes.
Historial en Copa Superliga
Copa 2019
Godoy Cruz 1 Boca Jrs. 2
3/5/19
Un gran alivio
La imagen final vale más que millones de palabras. El racimo de jugadores festejando enloquecidos frente a su gente y la manera en que lo siguieron haciendo por largos minutos en la cancha y luego en el vestuario marca a las claras que no fue una "copita" más. Fue un gran desahogo de todos, de los que venían castigados del año pasado y de los que se incorporaron este año pero que ya se adaptaron a la realidad y a la exigencia del Mundo Boca. Uno que lo entendió bien claro fue Alfaro. Reservo al equipo titular para este partido, dejó en el banco a Carlitos, su emblema ("el escudo por delante") y lo hizo entrar cuando era necesario.
No fue un buen partido. Le costó demasiado a Boca y de hecho no pudo romper el 0-0. El esquema ultracerrado que planteó Central le permitió aguantar cerca de su arco y poco más, solo un disparo desde lejos en el primer tiempo obligó a una buena intervención de Andrada. Otra imagen que vale más que mil palabras fue el festejo de los rosarinos al terminar el partido empatado, clara muestra de su apuesta a definir por penales. Sobre todo porque en el último cuarto de hora Boca se lo llevó por delante. Con la cancha bien abierta con Villa y Pavón, con Nandez atacando el área, con Más y Buffarini atacaban seguido, y Central ya sin piernas ni reacción, solo aguantaba y despejaba. Tres tiros en los palos, otras tantas salvadas del arquero y una pelota que entró en el arco y ni el árbitro ni el línea convalidaron. Y se llegó a los penales.
Y en los penales se lucieron los pateadores, de hecho la serie de 5 penales terminó 5 a 5 pues todos convirtieron y solo en un par de ocasiones ambos arqueros estuvieron cerca de contener. Todo se definió en el sexto turno, cuando Andrada desvía el penal de Rinaudo e Izquierdoz sentencia el partido.
Los penales hicieron justicia, pero sobre todo desataron un festejo contenido, un festejo que tuvo mucho de desahogo y alivio, un festejo que se necesitaba como el agua en el desierto.
Alfaro luego del partido y en medio de los festejos aportó su cuota de serenidad para el análisis y se atrevió a tirar un pronóstico que todos deseamos que se haga realidad "esto ha sido el puntapié inicial, a partir de ahora las cosas tienen que afirmarse mucho más y veremos el Boca que todos pretendemos". Palabras más, palabras menos, esas palabras las suscribimos todos y ojalá los jugadores las lleven a la práctica.
No fue un buen partido. Le costó demasiado a Boca y de hecho no pudo romper el 0-0. El esquema ultracerrado que planteó Central le permitió aguantar cerca de su arco y poco más, solo un disparo desde lejos en el primer tiempo obligó a una buena intervención de Andrada. Otra imagen que vale más que mil palabras fue el festejo de los rosarinos al terminar el partido empatado, clara muestra de su apuesta a definir por penales. Sobre todo porque en el último cuarto de hora Boca se lo llevó por delante. Con la cancha bien abierta con Villa y Pavón, con Nandez atacando el área, con Más y Buffarini atacaban seguido, y Central ya sin piernas ni reacción, solo aguantaba y despejaba. Tres tiros en los palos, otras tantas salvadas del arquero y una pelota que entró en el arco y ni el árbitro ni el línea convalidaron. Y se llegó a los penales.
Y en los penales se lucieron los pateadores, de hecho la serie de 5 penales terminó 5 a 5 pues todos convirtieron y solo en un par de ocasiones ambos arqueros estuvieron cerca de contener. Todo se definió en el sexto turno, cuando Andrada desvía el penal de Rinaudo e Izquierdoz sentencia el partido.
Los penales hicieron justicia, pero sobre todo desataron un festejo contenido, un festejo que tuvo mucho de desahogo y alivio, un festejo que se necesitaba como el agua en el desierto.
Alfaro luego del partido y en medio de los festejos aportó su cuota de serenidad para el análisis y se atrevió a tirar un pronóstico que todos deseamos que se haga realidad "esto ha sido el puntapié inicial, a partir de ahora las cosas tienen que afirmarse mucho más y veremos el Boca que todos pretendemos". Palabras más, palabras menos, esas palabras las suscribimos todos y ojalá los jugadores las lleven a la práctica.
2/5/19
La final esquiva
No es la copa más deseada. Nadie pierde el sueño por ella. Nadie planifica el año pensando en ganarla. No da pase a nada trascendente. Solo cuenta como un título oficial más. Pero la tenemos que ganar. Por la historia con ella y por el momento actual. Porque esta será la cuarta vez que la juguemos en 7 años y siempre nos ha sido esquiva. No pudimos en el 2012 con Falcioni, tampoco en 2015 con el Vasco ni en 2018 con Guillermo. ¿Será con Alfaro?
Ambos llegan a este partido por méritos lejanos. Boca por haber ganado la Superliga 2017/18 que finalizó hace casi un año y Rosario Central por haber ganado la Copa Argentina allá por diciembre pasado por penales a Gimnasia. Demasiada agua pasó debajo del puente de ambos en el lapso desde que se consagraron hasta ahora.
Huelga volver a repasar todo lo que nos sucedió desde que ganamos la Superliga, la sucesión de cosas malas las sabemos de memoria y justamente por eso ganar esta vez sería una leve caricia entre tanto golpe. Tampoco llegan ellos en buen momento. Luego de ganar la Copa Argentina con Bauza, no volvieron a tener ningún resultado bueno, y se fue Bauza y se fue Ferrari su reemplazante y ahora está Cocca. Central arrancará la próxima Superliga muy comprometido en el promedio del descenso, ya no tiene chances de seguir en la Libertadores actual ni de pasar a la Sudamericana (terminará último en su grupo), ya está eliminado de la Copa Argentina y de la Copa Superliga. Un panorama sombrío, pero que paradójicamente los hace más peligrosos pues esta será la última oportunidad que tengan una alegría en este semestre, pues no tendrán competencia hasta agosto.
Alfaro (zorro viejo) toma esta final como prioritaria y de hecho guardó a casi todos los titulares en el debut por Copa Superliga para que llegaran en condiciones a esta final. Paradojas del fútbol, en los pocos minutos que jugó Nandez el domingo sufrió un golpe que lo deja en duda hasta último momento. Por esto no será confirmado el equipo con anticipación como otras veces, pero se estima que será algo así:
Andrada
Buffarini López Izquierdoz Más
Almendra o Nandez Marcone Reynoso
Villa Benedetto Zárate
A pesar que pusimos una organización 4-3-3, si estos jugadores son los que finalmente saldrán, se puede pensar en un 4-4-2 sobre todo cuando se pierde la pelota si baja Villa y Almendra queda como doble 5 o un 4-2-3-1 cuando se ataca dejando solo un doble 5 defensivo y una línea de tres por delante. Veremos como se desarrolla en partido.
No será una tragedia inconmensurable no ganarla, pero sería un baldón para un ciclo recién iniciado y al que los números por ahora le responden. Tampoco ganarla significará el gran envión anímico y futbolístico que nos transforme en una máquina imparable, pero dicho todo esto, sería muy lindo ganarla y sobre todo, jugando bien y sin dejar dudas. Que así sea.
Historial en Supercopa
Este será el primer enfrentamiento entre ambos equipos en esta competencia
Suscribirse a:
Entradas (Atom)