4/2/19

Pasito a pasito

Segundo triunfo consecutivo de Boca, de nuevo sin recibir goles, un 2-0 en la vuelta a casa que permite seguir construyendo con la tranquilidad de los números pero sin pensar ni por cerca que el equipo ya apareció y el rendimiento es óptimo.
Por suerte el propio Alfaro lo reconoce cuando dice textualmente "Todavía no es el Boca que quiero ver, pretendo un equipo más compacto, que maneje mejor los momentos. Son cosas que se ensayan y prueban. Si se pueden corregir con resultados positivos, mejor". Traducción rápida, a no dormirnos en los laureles y seguir probando y ensayando.
Deja varias lecciones este triunfo sufrido ante Godoy Cruz, no olvidar que el partido se destraba con un penal como mínimo dudoso y seguramente estúpido que le cometieron a Carlitos (su única jugada influyente en el partido) y se aseguró en los minutos finales con un estupendo tiro libre de Mauro.
Andrada se afirma como titular. Otra sobria actuación, sacando un par de pelotas bravas y dando siempre seguridad, sobre todo saliendo de abajo de los tres palos. Hasta la vuelta de Fabra y salvo lesiones esta será la defensa. Buffarini pese a sus problemas en la marca fue un pistón subiendo y bajando y con esfuerzo y voluntad se queda con el puesto, Lisando López con solo dos prácticas rindió más que aceptablemente y de paso posibilita que Izquierdoz juegue en el lugar que más rinde y por último Alonso parece rendir mejor de lateral que de central y sobre todo rindió mucho más que Más.
En el medio, consagratorio debut en la Bombonera de Marcone. La figura de la cancha que hizo olvidar la salida de Barrios, sobrio y a tiempo en todos los cruces, le agregó un buena salida a sus quites. No fue la mejor versión de Campuzano, se complementa bien con Marcone pero habrá que tenerle paciencia. Jugó mejor en el segundo tiempo. Bebelo intermitente, cuando se conecta mete pases entre líneas (perdón por la exageración) riquelmeanos, pero cuando se desconecta arriesga y pierde pelotas al mejor estilo Pablo Pérez. Con Pavón nos tendremos que armar de paciencia de nuevo, pica, obliga, llega y desperdicia todo. Quedémonos por ahora con esta versión que al menos preocupa al rival y confiemos en que se saque el balde de la cabeza a la hora de definir, es una mejoría respecto al semestre pasado cuando ni siquiera preocupaba. Carlitos, ay Carlitos, que macana se mandó Alfaro poniéndolo en un pedestal apresuradamente. Lejos está por ahora de retribuir tanta confianza, nada hace para justificar la titularidad y encima cada vez que entra Mauro queda más patente su bajo rendimiento. Benedetto, por consiguiente tampoco demostró demasiado. Se movió bien sin pelota, pero entre el balde de Pavón en la cabeza y el flojísimo partido de Carlitos recibe muy poco juego.
Boca debe mejorar en dos aspectos fundamentales según se vio ayer. Cuando el partido está empatado y el rival lo espera abroquelado en su campo, deberá tener mucha más movilidad para encontrar los pocos espacios que quedan, además de evitar perder pelotas en la salida con el consiguiente riesgo de quedar a contrapierna. Y cuando se obtiene la ventaja y el rival se viene y presiona arriba, ser más efectivos y contundentes en los contragolpes. Ayer se dispuso de no menos de 5 o 6 situaciones de gol que se desperdiciaron bien por mala puntería, bien por aciertos del arquero rival, pero también soportamos una cuantas situaciones en contra, tiro en el travesaño y gol anulado por milimétrico orsay (milimétrico a favor del rival), más varias atinadas intervenciones de Andrada.
Ahora a seguir trabajando y a pensar en el próximo rival. Un Belgrano que deambula por el fondo de la tabla, que está muy comprometido con el descenso y que por lo tanto se juega una final en cada fecha. Rival de riesgo por eso mismo

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