No hay dos sin tres

" El partido termina recién cuando el árbitro pita el final", dice una de la máximas futboleras que parecería haber sido dictada por José Perogrullo. Y este Boca viene haciéndo una demostración empírica de eso. Fecha 19, 48' st, Boca 1 Tigre 1, gol de Nandez. Fecha 20, 47' st, Atlético Tucumán 1 Boca 0, gol de Bou. Fecha 2, 47' st, Boca 1 Talleres 1, gol de Pablo Pérez. Nada más ni nada menos que 5 puntos ganados en 3 fechas consecutivas en los últimos segundos. Si querés ver el vaso medio vacio harás hincapie en que a Boca cada vez le cuesta más y que de suerte termina ganando. Si lo querés ver medio lleno dirás que el equipo no se resigna, sigue buscando y que viendo el desarrollo de los tres partidos alcanza un resultado acorde al desarrollo.

Y ayer era un partido que se asemejaba a una final. Para Boca por lo golpeado que se venía, futbolística y extrafutbolísticamente, una eventual derrota, si bien no comprometía la punta, hubiera sido un golpe devastador. Talleres se jugaba tal vez su última chance de acercarse a un sueño que hasta no hace mucho parecía inalcanzable.

Al menos desde la postura, Boca lo quizo ganar siempre. Talleres siempre pareció buscar no perder y apostó a aprovechar algún eventual error de Boca para ganarlo. Un error les permitió empatar en la ultima jugada del primer tiempo (otra vez un centro flotadito al área en un tiro libre, igual que en Tucumán. ¡Ay! ¡Boca y su marca en zina en esos centros!). Fue la primer situación de gol de los cordobeses en el partido. Seria la última.

Porque Boca aún con mal de ausencias y con varios que volvían de partidos con selecciones y largos viajes buscó y buscó con lo que pudo. Con un Pavón brillante e intratable, con un buen segundo tiempo de Bebelo pidiéndola y metiendo la pausa, con el equilibrio de Barrios, algún desborde de Fabra y el tesón y la voluntad de todos se sacó adelante un partido más que complicado ante un rival que se desentendió de la ofensiva pero cumplió a la perfección el plan defensivo. Se replegó con orden, cerró caminos, cortó circuitos, dobló marcas, tapó subidas. No por nada es la defensa menos vencida.

¿Ya está abrochado el bicampeonato a 6 fechas del final como hoy proclama casi toda la Patria Periodistica (como una forma de ningunear el logro una vez que se concrete)?. No. Se ha asfaltado el camino, pero aún falta un tramo, no hay que dejarse llevar por la ansiedad y ser inteligentes para dosificar esfuerzos, porque ahora se viene con todo la seguidilla de Copa Libertadores. Estamos cerca, muy cerca. Pero falta aún.

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