¡¡Volviste, Boca!!

    Aunque más no sea en el último partido, en la despedida del semestre, Boca volvió a ganar. Y a ganar a lo Boca, cosa que no es poco.

    No fuimos un dechado de virtudes, no hubo gran funcionamiento, ni lucimiento ni mucho menos. Es más el primer tiempo, fue una vez más el Boca abúlico al que lamentablemente nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos. Pocas llegadas, movimientos lentos, anunciados, errores garrafales en el fondo, esta vez fue Ibarra el que facilitó el 1-0 parcial para un Colón que con muy poco, justificaba ampliamente el estar ganando.

    En el segundo tiempo, para colmo, a los 6´se fue expulsado Román, por protestar. Con diez hombres y abajo en el marcador, el pronóstico era de otra tarde nefasta. Pero, parece, que el pésimo momento obró como un click. Como si haber tocado fondo hubiera producido el rebote del equipo todo. Y se rebotó con temperamento, con ganas, con todo lo que implica llevar puesta la camiseta de Boca. Y en esta resurrección hubo un abanderado. Martín Palermo. Lo hizo todo. Corrió, se desmarcó, bajó, marcó, quitó, encabezó contragolpes, asistió a sus compañeros, fue a buscar las descargas, convirtió el empate sobre los 12 minutos, y remató el partido con un soberbio golazo marcando el 3-1 a los 24´. Dos minutos antes, el otro abanderado de la recuperación, Sebastián Battaglia había puesto al Xeneize al frente con un soberbio cabezazo en el anticipo de un córner desde la izquierda. Este Boca recuperado anímicamente fue demasiado para un tibio Colón, que nunca pudo parar el vendabal que de pronto se desató en Santa Fe y que lo dejó afuera de la Copa Sudamericana.

    No da el momento para echar a vuelo campanadas de festejo. Solo para dar un suspiro de alivio. Para irnos al receso con una mueca que semejará una sonrisa y esperar ilusionados, como siempre, por el tiempo que vendrá. El tiempo del retorno del Coco Basile. Será otra historia, otra temporada. Esperemos el mejor de los finales.