9/7/09

¿Crisis?…..¡¡Eran las de antes!!!

   Según publicó ayer el sitio Cancha Llena, se cumplieron 25 años de un hecho que quedó grabado a fuego en la historia negra de nuestro club. El día que por falta de camisetas suplentes, enfrentando a Atlanta, hubo que poner en uso camisetas blancas, a las que se les pintaron los números con fibra, la cual con la llovizna que caía y el sudor de los jugadores, se fue corriendo, terminando el primer tiempo con los números completamente borrados. Un papelón histórico que se sumó a muchos otros acontecieron ese año, y que muy bien se relatan en la nota, acá.

   El tema a analizar sería como se llegó a esta situación. Y se llegó a través de un proceso cuyo inicio  se puede ubicar a fines de la década de 1970 y que estuvo enmarcada en la traumática situación económica que vivía el país.

   En 1979, luego de perder la final de la Copa Libertadores, frente a Olimpia de Paraguay, se terminaba el ciclo del Toto Lorenzo, que nos había proyectado internacionalmente merced a la conquista de las 2 primeras Libertadores y la primera Intercontinental de la historia del club. Y como todo ciclo exitoso que se acaba, las secuelas son graves.

   Un plantel desgastado futbolísticamente, veterano por demás, se conjugaba con una presidencia como la de Alberto J. Armando, que ya llevaba más de dos decenas de años, y se encontraba por entonces en un  lógico proceso de progresivo agotamiento.

   Dirigido por un histórico como Antonio Ubaldo Rattin, el Boca 1980, termina último la primera rueda del Metropolitano, con el fantasma del descenso rondando, si bien se recupera en la segunda rueda. Sobre fin de ese año, se produce el recambio dirigencial. Llega a la presidencia el empresario Martín Benito Noel. Y con él, lo que parece una renovación que reverdecerá al club.

   Eran los tiempos de la “plata dulce”, del “deme dos”, del dólar muy barato. Y en consonancia con esa época de gastos suntuosos, comienzan a llegar los refuerzos lujosos. Miguel Brindisi, Osvaldo “Pichi” Escudero, Marcelo Trobbiani, Ariel Krasowski, Carlos Morete,entre otros, y la figura dorada, pretendida nada menos que por el Barcelona, Diego Armando Maradona. No podía el país soportar por mucho tiempo esa situación, no podía tampoco hacerlo el club.

   Todo se empezó a derrumbar en 1982. Estalló la tablita financiera, el dólar más que duplicó su valor, ocurrió el desastre de Malvinas, el gobierno militar inició su derrumbe inexorable y el club comenzó a acelerar rumbo al abismo. Diego partió a su destino catalán, y los campeones del ´81, poco a poco se fueron marchando. En el ´82, las campañas fueron aceptables. En el ´83 la crisis dirigencial y la falta de dinero eran indisimulables. Las huelgas de futbolistas cada vez más frecuentes. Encima en ese año, una bengala arrojada desde la tribuna de Casa Amarilla, cruza todo el estadio, y mata a un hincha de Racing, Basile su apellido, que estaba en la del Riachuelo. Todas las miradas se dirigen hacia el estadio y su seguridad. Clausura por el incidente. Revisiones que detectan fallas en las estructuras y el mantenimiento. Más clausuras. Habilitaciones parciales. El club llega a 1984 envuelto en una crisis total. Deambula por distintos estadios para hacer de local. Racing, Ferro, Gimnasia L.P. y hasta la heladera de Nuñez, para hacer de locales de…..ellos. Increíble lo bajo que estábamos cayendo. El equipo se reforzaba con jugadores libre, pues no había dinero, ni jugadores propios que interesaran a muchos.

   Justamente, del 08-07-1984, es esta foto, la de las camisetas blancas y los números hechos con fibra, contra Atlanta.

boca 84 Arriba: Dos Santos, Walter Medina, Franco, Rubén Manfredi, Jorge Latorre y Denny Ramírez. Abajo: Tuta Torres, Vales, Fabián Peruchena, Tessone y Fornés

   La verdad hay que peinar canas, tener muuuucha memoria y ser un obsesivo para recordar a más de tres de estos muchachos. Evidentemente son pibes de las inferiores que fueron titulares por alguna huelga por falta de pago a los mayores. Pero esto fue demasiado habitual por aquellos días.

    Finalmente en 1985, con el club intervenido por la justicia, se hacen cargo de la institución Antonio Alegre y Carlos Heller. Alegre era por entonces un importante empresario de la construcción, con sólidos contactos con el gobierno de Raúl Alfonsín. A poco de llegar solicitan la convocatoria de acreedores, como paso duro pero necesario para comenzar a sanear las finanzas y se concentran sobre todo en la reapertura de la Bombonera, cosa que consiguen al poco tiempo. De a poco se comienzan a formar equipos más competitivos. Ya en el 86 se consigue ganar la liguilla pre libertadores con lo que volvimos al torneo continental. Se peleó hasta el final el Torneo 86-87 y el 88-89. A partir de 1989, con la Supercopa empezaron de a poco a llegar los campeonatos. Algún día habrá que poner en su justo relieve a la administración que durante 10 años, con luces y sombras, realizaron Alegre-Heller. Sobre todo porque lograron evitar el derrumbe institucional y sentaron las bases sobre las que se sustentó la década dorada de Mauricio Macri.

   Todo este largo post, viene a consecuencia de que ahora se habla insistentemente de crisis económica en Boca, que el pasivo es de tantos millones, que las deudas son de tanto, que hay que bajar los contratos, que no se pueden traer todos los jugadores que quisiéramos, que para comprar hay que vender primero, que esto que lo otro. Que hay problemas es innegable. Estamos en Argentina, así que tener problemas económicos es lo normal. El mundo no es precisamente un lecho de rosas tampoco. Que se podría haber administrado de tal o cual manera y que de esa manera el impacto sería menor, seguramente es opinable. Pero cuando tanto se habla de esto, es bueno parar un poquito la pelota, mirar hacia atrás, hacia hace 25 años (si 20 años no es nada, como cantaba Gardel, esto es apenas poquito), para poner las cosas en su justo término, no enloquecernos y seguir mirando al futuro con sereno optimismo, porque seguramente la dirigencia también recuerda esto y sabrá evitar los errores que condujeron a aquella debacle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario