7/8/22

Mientras esperamos el mate, tomamos dos tereré

 Con el Mundo Boca pendiente de la muy posible (¿será por fin?) llegada de Edinson Cavani, el equipo se presentó en La Bombonera con la obligación de ganarle si o si a Platense para recortar la ventaja con la punta del torneo, Atlético Tucumán ya había perdido, y lo hizo por 2-1, con una soberbia actuación del paraguayo Oscar Romero, el autor de los 2 tantos, y volvió a quedar a 7 puntos de la cima, como hace dos fechas atrás.

Jugó bien Boca, sobre todo en el primer tiempo. La calificación de bien aplica sobre todo al paupérrimo nivel mostrado en el partido anterior. Un par de cambios posicionales sirvieron para ver un juego más fluido, aún dentro de las carencias que sigue presentando el nivel del equipo. Romero no fue extremo derecho, si no que flotó suelto, como un virtual enganche, lo que lo hizo brillar en toda su dimensión. Redondeó su mejor actuación, anotando un golazo de tiro libre, y llegando a definir de cabeza por el segundo palo un preciso centro de Villa, en una jugada que nace de la presión alta sobre la salida rival de Vázquez. El otro cambio fue el enroque entre los centrales, Roncaglia pasó a jugar de "2" y Zambrano de "6". Se logró una mayor eficiencia y si bien quedaron un montón de dudas en la jugada aislada que significó el descuento del visitante, en el conjunto del partido rindieron satisfactoriamente. A falta de un cuarto de hora Roncaglia fue reemplazado por Figal que se recuperó de su lesión. 

Se ganó y es lo importante. Hubo puntos altos, como el citado Romero, Villa, a pesar de exacerbado individualismo que lo hace desperdiciar situaciones claras por no habilitar a un compañero, Varela y Sandez. Cumplieron los centrales y Pol, bajó un poco Ramírez (lo reemplazó Molinas), fue todo sacrificio y poco juego Vázquez (entró Orsini) y si hablamos de despliegue, Advíncula, y si hablamos de poco aporte ofensivo, Advíncula. El peruano te hace reir y llorar en la misma jugada.

Tercer triunfo como local en la "era Ibarra", solo falta que esa eficacia absoluta se traslade a las canchas rivales, donde cosecha 3 derrotas en igual número de partidos. Una gran ocasión para que eso pase será en la próxima fecha frente a Racing, nada menos, en su casa. Claro que antes, el miércoles, habrá choque por los octavos de final de la Copa Argentina, será en Salta, ante Agropecuario de Carlos Casares, de la Primera Nacional, y que viene de eliminar justamente a Racing. Tanto en uno como en otro la obligación será la de siempre. Ganar. Porque es lo que manda nuestra historia. Nada más ni nada menos.

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