Así es difícil

 Sin una línea de juego, con jugadores (varios) que caminan la cancha, con un dt interino, con malestares internos varios, regalando 75 minutos del partido y con árbitro decidido explícitamente a perjudicar a un equipo, es muy difícil ganar un partido, casi es milagroso que no se haya perdido, una vez más, como visitante. Fue empate en cero la visita al Cilindro y Boca quedó a 9 puntos del puntero, en una carrera que parece casi perdida para luchar por el título.

Vamos por partes. Pasan las fechas, pasan las semanas desde la asunción como interinos de Ibarra y compañía y no se advierte un trabajo,una idea de juego. Boca es un equipo básico que depende de actuaciones individuales y que, como visitante al menos, queda a merced de la intensidad del rival. Pasó con San Lorenzo, con Argentinos, con Patronato y no fue la excepción ayer con Racing. El primer tiempo fue una tortura. Por suerte la falta de efectividad del local y la actuación de Rossi impidieron la derrota parcial. Por suerte también en el segundo tiempo, y como les viene pasando, van perdiendo ritmo y no se sufrió tanto, aunque Rossi sacó otro par de complicadas. Llegado el momento de los cambios, se vino lo mejor para Boca. Porque los que dispuso Gago no funcionaron y en cambio los de Ibarra mejoraron y mucho a Boca. Adentro Medina, Vazquez y Langoni (a pocos minutos del final también Rolón). Entre el bajón de Racing y la enjundia de los pibes, tranquilamente Boca lo pudo ganar de no ser por Arias que sacó 3 claras de gol y Mura que la sacó en la línea en la última jugada.

Y hay que detenerse en esa última jugada (disparo franco de Fabra rechazado en la línea). La pelota le llega a Fabra luego de una clamorosa mano-penal de Gómez, que el árbitro parece no advertir, para luego del llamado del VAR va al monitor, y pese a la claridad alevosa, se niega a cobrarla. Seguramente hoy dibujarán alguna excusa ridícula, pero la verdad es que es algo esperable de parte de Rapallini con Boca. ¿Nuestra dirigencia? bien, gracias, así es muy difícil.

¿Puede un interino patear el tablero y poner en cancha a los que verdaderamente muestran ganas? ¿Puede un interino manejar egos de figuritas millonarias que se trenzan a sopapos en la manga al termino del primer tiempo?. Si la respuesta es si, esperemos que lo haga ya mismo. Si la respuesta es no, la dirigencia (Román) debiera ponerse a laburar en serio para traer un técnico a la altura. A no ser que se esté esperando a alguien. Ver para creer.