14/5/22

Primero hay que saber sufrir (después ganar y celebrar)

 Lo que tanto temían algunos es realidad, todos los equipos que promocionaron con entusiasmo durante 5 meses están afuera y el Boca de la crisis crónica está en otra final. Bueno, tendrán 7 días para recitar que Argentinos Jrs o Tigre (se sabrá en unas horas cual de ellos es el otro finalista) son la versión local del Liverpool o el Real Madrid.

Boca es finalista por la vía penal que tan bien nos sienta. A eso se llegó por un 0-0 en un partido que a Boca le costó y mucho jugarlo. Sobre todo el primer tiempo, cuando la presión alta y constante Racing complicó mucho, a punto tal que rápidamente tuvimos a Rojo y Zambrano amonestados. Racing insinuaba más peligro que el que concretaba,  Rossi lejos estuvo de ser figura, porque lo que quedó como situaciones de gol, fueron casi todos intentos desviados del arco. Pero lo cierto es que Boca no hacia pie en el medio, le costaba salir limpio y cuando intentaba sortear la presión saltando líneas, pocas veces pudo hacerse de la segunda pelota. Por lo tanto los delanteros quedaban aislados y pasaban desapercibidos

En el segundo tiempo, un poco porque se paró mejor Boca y otro poco porque Racing no pudo sostener el despliegue de la primer etapa, no se sufrió tanto en salida, pero faltaron ideas para romper la telaraña rival en su propio campo. Ni la entrada de Medina por Ramírez, ni la de Salvio por Romero cambiaron el desarrollo ofensivo de Boca, pero estabilizaron el defensivo, que contó también con el ingreso de Cali por Zambrano.

Así las cosas se fue consumiendo el tiempo y acercándose la definición por penales. Si bien Boca tiene históricamente un buen porcentaje de victorias en estas definiciones, hace un año, en instancia similar de similar torneo, con los mismos arqueros, Racing se habia impuesto y clasificó a la final en la que sería vapuleado por Colón.

Fue una definición tensa donde los 4 primeros de cada uno convirtieron (Rojo, Izquierdoz, Pol y Pipa), Rossi le ataja brillantemente el quinto penal a Copetti, y cuando Salvio fue a terminar la tarea, Gómez se lo saca con la punta del pie.  A seguir sufriendo. Ellos conierten el sexto, responde Villa e Insua le erra al arco en el séptimo. Toda la responsabilidad para el pibe Varela (de aceptable partido) que definió como veterano de mil batallas y plin caja, Boca finalista.

No habrá tiempo para festejar, porque en 72 horas jugaremos un partido más que clave ante Corinthians por la Libertadores y en casa. Otra prueba de fuego, otra ocasión para seguir confiando.

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