La historia se repite

BOCA CAMPEON, una sana costumbre que se sigue repitiendo. 24 veces en 24 años, 5 de los últimos 9 torneos, 4 títulos en 24 meses (con pandemia en el medio), una superioridad aplastante que disfrutamos muchos y hace enojar (y mucho) a varios. Y no importaría que esos varios sean hinchas de los demás clubes, lo que sería lógico y parte del folklore futbolero, enoja cuando esos enojados/indignados son señores/as que se visten de imparcialidad y esgrimen argumentos para ningunear las conquistas. Argumentos que de tan repetidos los podemos nombrar de corrido.

Formato del torneo. Algo que los obsesiona, si es copa "formato ridículo, no gana el que mejor juega", si es torneo corto " le basta con una racha, es poco serio, miremos las principales ligas", si es torneo largo "solo es regular, se beneficia porque tiene mucho plantel". 

Otro asunto de desmérito para algunos es "el presupuesto". Así que si sos campeón no se te valora porque tenés mucho y si no sos campeón se te castiga sobremanera porque con ese presupuesto estás obligado. Gataflorismo vernáculo.

Pero en esta copa asistimos a un fenómeno nuevo (por la masividad con que se dió), el ninguneo constante al técnico con ataques directamente personales que entraron en la falta de respeto. Ya habíamos visto llamar gagá al dt más ganador del fútbol argentino, pero habían sido voces aisladas, ahora desde las dos principales señales de tv, pasando por cuanto programa radial se sintonizara las críticas no paraban en el rendimiento del equipo (algo razonable porque fue malo en muchos partidos) sino que se ensañaban con la falta de idoneidad para el cargo de Battaglia. Vimos canales de noticias, no solo señales deportivas, transmitir en cadena el minuto a minuto de la supuesta renuncia o la expulsión de Battaglia (como si nuestro país no ameritara cobertura de problemas algo más importantes). Eso si, cuando el equipo reaccionó y empezó a mejorar, miraron para otro lado, le buscaron el pelo al huevo y siguieron fogoneando crisis. Después se sorprenden e indignan cuando en las canchas se les recuerdan no cariñosamente a sus familiares.

En fin, Boca volvió a gritar campeón, goleando al rival que venía de eliminar a los galácticos, se celebra fuerte, se disfruta de como sufren los "imparciales" y se tiene que bajar a tierra y prepararse para la batalla del jueves para seguir en la Libertadores. En Boca no hay tiempo ni para celebrar un título.