In crescendo

 Boca, en el mejor partido de la Era Battaglia (hasta ahora) derrotó con claridad a Defensa y Justicia por 2-0 (Villa y Ramírez) y se metió en la semifinal donde enfrentará a Racing (goleó 5-0 a Aldosivi) el próximo sábado en cancha de Lanús.

Superior de principio a fin, Boca redondeo una actuación de alto nivel, frente a uno de los equipos que mejor juegan en el fútbol argentino (al que ahora, obviamente le bajarán el precio, hablarán de cansancio y blablabla). Fue una actuación sin puntos bajos y cin varios a un gran nivel. Rojo y Zambrano impasables, Fabra decisivo en ataque y atento en defensa, Varelabcomo eje en el medio, Pol más arriba y con llegada, Romero absolutamente decisibvo, Villa intratable. Y si algo se podía agregar, el ingreso de Ramírez por Salvio, lo que mutó el esquema del 4-3-3 al 4-1-4-1, lo que dio más solidez y circulación. Para muestra, los 21 toques previos al segundo gol que se coronó con una asistencia exquisita de Romero a Ramirez que atacó al espacio metiendo diagonal al área y definiendo con clase.

Si tomamos el empate ante Godoy Cruz como el punto más bajo del rendimiento de Boca, un partido que fue tocar fondo en todo sentido, de ahí en más la película fue mostrando pequeñas mejorías, aún en la derrota en Brasil, que al menos mostró un equipo comprometido y con ganas. En ese momento escribimos por acá que eso era condición necesaria pero no suficiente, y a partir de ese momento se le empezó a agregar mejor funcionamiento y mejores desempeños individuales. Vino la buena victoria ante Barracas, luego el triunfo en La Paz, la victoria con rotación masiva ante Tigre, y esta, la cuarta al hilo y con valla invicta en los 4. 

Todo esto, y los dos meses anteriores matizados con una desembozada campaña 24/7 destinada a denostar al dt en una persecución implacable. No era solo decir que Boca jugaba mal (cosa cierta), si no en no ver nada positivo, todo criticable, al punto de llegar al agravio personal, aseverando su falta de idoneidad profesional y presentándolo casi como un pelele. Y esto se dio en la absoluta mayoría de programas deportivos, aún en varios partidarios, a punto tal que el minuto a minuto de la continuidad o no de Battaglia saltó a los canales de noticias. Algo pocas veces visto para un dt, que al margen del nivel de juego, que repetimos, no era el mejor, no somos ciegos y por acá se expresó, solo perdió un partido en el torneo local y dos como visitante en la Libertadores. Se lo condenaba por empatar y por no gustar al mainstream. Claro que las críticas y los agravios no descansan ni aún ganando. Cuando derrotó a Estudiantes, una casualidad, cuando al toque ganó el clásico, "San Rossi", Barracas, recién ascendido, en La Paz, los bolivianos serían de la C acá, Tigre, "fueron para atrás para tratar de evitar a riBer", ahora Defensa y Justicia "no tuvo descanso, perdió intensidad". Exagerar lo malo, minimizar lo bueno. Y todo en forma constante, machacona y continua. Salvo honrosas excepciones. Quizás, todo este bombardeo mediático haya sido bueno para unir al plantel y derivar en esto que se está viendo. ¿Es suficiente?, claro que no. Aún no se ganó nada y se puede desbarrancar en todo. El sábado será una gran prueba para evaluar el nivel del equipo. Y si se pasa, habrá que dejar todo el martes con Corinthians antes de pensar en la final del domingo siguiente, que tampoco traerá la paz absoluta porque luego hay que jugarse la clasificación ante Cali. 

Boca todo, jugadores, dirigentes, cuerpo técnico, hinchas, tienen que saber que estaremos en pausa de la demolición mientras se siga así, pero que todos, están esperando cual bandada de aves carroñeras un tropezón que signifique eliminación para caer de nuevo con todo. Será cuestión de no darles el gusto.