Boca jugó, por el rival y el contexto, el mejor partido del año y sin embargo no pudo pasar del 1-1, un resultado que seguramente obligará a ganarle la semana próxima a Deportivo Cali para poder clasificar.
El fútbol es lindo por ser como es. Boca, que de arranque habia salido a imponer condiciones se encontró rápidamente en desventaja, en lo que sería la única llegada de los brasileños, en un borbollón en un corner. Luego de unos minutos de cierto desconcierto, el dominio del desarrollo fue total. Se buscó con pelotas largas a espaldas de una defensa que marcaba en línea y se mantuvo la compostura para entrar entre un mar de piernas que planteaban 10 rivales en 40 metros. Se llegó y mucho. Si algo se debe lamentar es la falta de eficacia. El empate llegó sobre el final de la etapa con un anticipo ofensivo de Zambrano y exquisita definición de Benedetto.
Si el primer tiempo fue de dominio, el segundo fue un monólogo, con un Boca parado bien arriba, voraz, rápido para recuperar y llegar. Pero entre el arquero y la mala puntería final no se pudo ganar.
A tal punto fue parejo el rendimiento del equipo que se hizo un solo cambio, el ingreso sobre el final de Vázquez por Zeballos en un postrero intento de fanarlo por arriba. Realmente no hubo puntos flojos en un equipo que se plantó como protagonista y dominó a voluntad.
Párrafo aparte para la desastrosa actuación del árbitro que exhibió una falta de jerarquía y autoridad alarmante. Lo sobrepasó la situación, asistimos a tumultos dignos de la década de 1970 y a partir de ahí (roja a un jugador del visitante y al dt) se dedicó a tratar de sacar el partido e ignoró 3 faltas tan visibles cerca del área rival que era evidente su apuesta a que todfo terminara así. Es de ilusos pensar que semejante actuación merecerá alguna sanción. Conociendo a Conmebol es altamente probable que lo veamos dirigiendo partidos decisivos.
Asumiendo que tanto Deportivo Cali mañana, como Corinthians en la última fecha le ganarán a Always Ready como locales, Boca estará obligado a ganarle si o si a los colombianos para clasificar segundos. Si los bolivianos rompen este pronóstico las cosas pueden ser más beneficiosas. Lo cierto es que nos esperan dos finales en 8 días. Jugando a este nivel, las probalidades que festejemos en ambas son muchas.
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