Debe haber sido una noche de celebración. Deben haber brindado con la satisfacción de que, una vez más, sus deseos se cumplen. Y se cumplen contra viento y marea, redoblando la apuesta si es necesario. Los corruptos que manejan la tremendamente corrupta Conmebol ( @Conmebol ), que tienen nombre y apellido que todos conocemos, que encabeza el principal delincuente que ha dado el corrupto fútbol sudamericano luego de la muerte de Grondona, el "señor" Alejandro Dominguez ( @agdws ), están de fiesta. Lograron su objetivo de esta parte del año. Limpiar, literalmente, a Boca de la Libertadores. Esta vez fue temprano, en octavos de final, y vaya si les costó trabajo. Pero, a la vista de todo el mundo, seguramente brindaron con la satisfacción del éxito conseguido.
A Boca lo robaron. ¿Fue el mayor robo de la historia del deporte? Seguramente que no, pero debe estar en el top 10. Porque este robo fue especial, fue en dos partidos consecutivos, lo que no es fácil de igualar. Que te perjudiquen en un partido es casi habitual, ahora, que lo hagan descaradamente en dos partidos consecutivos se ha visto muy pocas veces.
Algunos ingenuamente pensaron que luego del papelón arbitral en La Bombonera, con la supuesta afectación de la corrupta Conmebol, con suspensión para la terna arbitral, en la revancha la cosa no podía ser igual. Lo fue, si no peor aún. Esta vez, el killer del Jefe de los Corruptos fue el no menos corrupto arbitro uruguayo Ostojick, con la anuencia y cobertura de la nueva arma que encontraron para todas estas tropelías, el VAR y su supuesta asepsia tecnológica.
¿Qué más se le puede pedir a Boca? Sin ritmo de competencia, con bajas por culpas propias y ajenas, enfrenta al cuco de la fase de grupos, lo minimiza, mantiene la valla invicta, le convierte 3 goles (si, tres, no olvidar la última jugada del partido de ida) y no le conceden ninguno. Es más, le anulan 2 aplicando pésimamente el VAR.
Ayer se llegó al colmo de manipular el momento de contacto con la pelota que determina el orsay. Buscaron el cuadro que necesitaban, de pocos milímetros, segundos después de lo que correspondía, para hacer ir al árbitro a analizar "si el jugador adelantado intervenía en la jugada", este rápido para los mandados lo verifica, cuando salta a la vista que el arquero pierde la pelota por su propia impericia, sin que medie ninguna acción del jugador Xeneize.
Luego, hubo que ir a una serie de penales, en el que el local erró 2 y Boca erró 3 y casi que es una anécdota porque hubieran encontrado la forma de perjudicarnos si se hubiera vislumbrado el triunfo en esa instancia. Boca no debía pasar y no pasó. No importaron méritos ni goles.
Consumado el atraco vivimos un revival de las copas de la década de 1970. Un impresentable que dice ser presidente del club local agrede al plantel de Boca, y estos reaccionaron como hubiéramos reaccionado todos. Tumultos varios, una policía que en vez de intentar calmar hecha nafta al fuego, nada sorprendente en un país en el cual se tolera cual folklore urbano el que las delegaciones visitantes no puedan dormir porque se le bombardea el hotel con bombas de estruendo y fuegos artificiales con la anuencia pasiva de esa misma policía que es brava solo cuando le conviene. Larga anoche afuera de una comisaría y sin bajar de los micros para "no romper la burbuja sanitaria".
Porque si a alguien le parece que todo terminará en unas horas cuando el plantel por fin pueda volver, está equivocado. Al llegar empezarán las presiones para que se hago o no un aislamiento, y en caso de tener que hacerlo por 7 días, que se hace con los dos partidos que vienen por delante, Banfield el sábado y San Lorenzo el próximo martes. Será un lindo momento para ver la "solidaridad" del resto del fútbol argentino. Apuesto a que nos aíslan y los partidos se jugarán con juveniles. Veremos.
Nada que reprochar sobre el juego y la actitud. Los reproches sobre la conformación del plantel y los planteos tácticos que queden para mejor ocasión. En las malas es cuando hay que mostrar orgullo y respeto a la historia y anoche este plantel nos hizo sentir orgullo bostero. Nada más. Nada menos. Vamos Boca, siempre.
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