Se usaron ríos de tinta. Se gastaron horas y horas de radio y tv analizando la "indisimulable" ventaja que los equipos argentinos otorgaban en la reanudación de la Copa Libertadores.
Seis meses de parate, la prohibición de entrenar grupalmente hasta el 10 de agosto, el retorno con mil protocolos que impedían, entre otras cosas, armar partidos formales, ni hablar de jugar amistosos. Y todo esto para tener que enfrentar a rivales que ya venían con rodaje.
Los más optimistas hablaban de hazaña si se alcanzaba un empate. Los más pesimistas preanunciaban bailes y goleadas históricas. Nada de eso sucedió.
Al ser los que menos preparación tenían, la Conmebol le otorgó a los equipos argentinos la "ventaja" de jugar todos en el último día de la fecha, esto es el jueves 17. Quizo la casualidad que los 5 enfrentaran a rivales que venían con rodaje, a saber:
Racing vs Nacional de Uruguay (11 partidos oficiales)
riBer vs. San Pablo (13 partidos oficiales)
Defensa y Justicia vs Delfín de Ecuador (jugando desde principios de agosto)
Boca Jrs. vs Libertad (11 partidos oficiales)
Tigre vs. Guaraní (11 partidos oficiales)
Solo Tigre perdió por goleada (1-4), habría que ver si por problemas de ritmo futbolístico o de nivel siendo que es el único que milita en el ascenso.
El otro derrotado, Racing (0-1), hizo méritos suficientes para por lo menos empatar, a punto tal que el arquero rival fue la figura del partido.
riBer empató (2-2) en San Pablo y nunca sintió falta de ritmo futbolístico.
Defensa y Justicia goleó (3-0) sin atenuantes a su rival.
Boca Jrs. ganó más que cómodo (2-0) y tranquilamente pudo venirse con una diferencia mucho mayor.
¿Entonces? ¿Cómo puede ser que a la salida de una pretemporada normal se advierte la falta de ritmo y en este caso que es 10 veces peor no haya pasado? ¿Fue tan escaso y con tantas prohibiciones los entrenamientos argentinos, o, como quien no quiere la cosa, no fue tan así?
Muchas dudas que dejan las más que aceptables actuaciones de los equipos nacionales y que cuestionan verdades que nos venden como dogmas de fe. Veremos como sigue esto la próxima semana, aunque nada hace preveer que el panorama varíe demasiado.
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