El 18 de marzo Boca debía jugar en Paraguay frente a Libertad por la fecha 3 de la Copa Libertadores. Venía de consagrarse campeón de la Superliga 11 días antes, de golear al DIM como local 8 días antes y de debutar con goleada en la Copa de la Superliga 3 días antes. Pero pasaron cosas...
La pandemia de Covid-19 paralizó el fútbol en todo el planeta y lo congeló en Argentina. La Libertadores se suspendió. La Superliga falleció y fue reemplazada por la Liga Profesional. La Copa de la Superliga se esfumó. Los entrenamientos grupales se prohibieron hasta principios de agosto y el fútbol local no tiene fecha de reanudación. No se permite aún en los entrenamientos la práctica formal de fútbol y por si fuera poco Boca tuvo un brote de coronavirus que afectó a 22 jugadores en total. Y si algo faltaba para que el panorama pintara más negro, el rival llegaba con 11 partidos oficiales ya disputados desde julio.
Los pronósticos previos eran sombrios.
Pero, parece que este 17 de septiembre es en realidad el 18 de marzo y Boca jugó como si nada hubiera pasado. Ante un rival de una tibieza pasmosa se trajo un mezquino 2-0, que no fue goleada conyundente por la buena tarea del arquero local que salvó por lo menos 5 jugadas claras de gol.
Boca salió muy ordenado con un 4-4-2 de líneas juntas, sin dejar espacios y siendo vertical para lastimar ni bien recuperaba la pelota. Se puso en ventaja a los 6' (Salvio) y para el cuarto de hora podía tranquilamente estar 3-0. No pudo hacerlo y desperdició otro par más de chances en el primer tiempo.
En el segundo tiempo se replegó más y le costó ser tan incisivo, seguramente por el declive físico de algunos jugadores. Somoza (reemplazó a Russo que se quedó en Buenos Aires), acertó el momento de los cambios y a los protagonistas. Primero Capaldo por Maroni para reforzar el medio y abortar cualquier atisbo de reacción del local y luego Cardona - Bou por los agotados Tevez - Soldano, para el estiletazo final. Asistencia de Edwin y nuevamente el Toto para liquidar la historia.
Muy buen rendimiento de Boca-equipo. Con actuaciones parejas en el alto nivel. Salvio, dos goles e intratable cuando la agarra, Campuzzano patrón del medio, Zambrano mostrando jerarquía. Quizás los puntos más bajos fueron ambos laterales y el pibe Maroni.
Una presentación más que auspiciosa de Boca que encamina el pase hacia octavos de final. En cuanto el equipo tenga rodaje y ritmo se estará para cosas serias.
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