7/9/18

Complicados, pero en octavos

Durísimo escollo representó el San Martín tucumano para Boca que solo pudo resolver el partido por el peso y la jerarquía de sus individualidades.
El primer tiempo fue un parto. Boca lo sufrió de principio a fin y solo la actuación de Andrada nos pudo llevar con un empate al descanso. Nunca hicimos pie, y los tucumanos parándose ordenadamente, presionando y saliendo rápido complicaron y mucho. Una vez más el estilo con el que nos jugaron Estudiantes y Huracán nos complicó sobremanera. Sin Barrios el medio nunca hizo pie. Ni formando Almendra-Gago-Pérez, ni cuando lo ubico a Pérez de central, Gago por derecha y Almendra por izquierda. Se intentó dominar por tenencia de la pelota pero la presión intensa hacia que no durara mucho la posesión y el despliegue de los tucumanos los dehaba de frente a la defensa, cuando no mano a mano con los centrales. Andrada tres veces y el palo en otra evitaron la justa ventaja de San Martín. Boca, partido al medio, llegaba poco y nada. Ni Gago ni Almendra podían meter el pase dntre líneas, Jara dd nuevo glojo no aportaba subiendo, y sin Pavón el lado derecho de la cancha no lo usábamos. Zárate solo algunos destellos, lo mejor pasó por Cardona, que al menos complicó con enganches y gambetas y el Pipa en la única que Gago pudo poner prifunda obligó al arquero a rasguñarla y el travesaño terminó de salvarlo.
Terminar el primer tiempo 0-0 fue un gran negocio para Boca. Todos nos preguntábamos cuanto tiempo podría sostener San Martín el rigmo endemoniado que propuso. Y la respuesta no tardó en llegar, solo unos pocos minutos al arranque del complemento.
Fue un partido completamdnte distinto. Con menos llegadas, Andrada no volvió a sufrir, Boca empezó a hacer pie en el medio, Almdndra tocó mejor, Carlitos entró por Mauro y aportó mucha movilidad y frescura para encarar, Espinoza por Gago y el equipo se paró 4-2-3-1, y promediando la etapa tiro de afuera de Cardona, pequeño desvío y falla del arquero para que se abriera el marcador. San Martín ya no tuvo fuerzas para dominar y atacando por inercia se abrió en el fondo. Con espacios Boca comenzó a tocar y retener la pelota. A poco del final un claro penal sobre Espinoza y Wanchope (ingresó por Benedetto) lo tradujo en el definitivo 2-0. Exagerado y hasta injusto tal vez, pero no por eso menos válido.
En octavos, probablemente en la fecha Fifa de octubre (si es que Boca vuelve a aceptar jugar sin los seleccionados) nos espera Gimnasia y Esgrima de La Plata. Se vienen instancias decisivas y si bien no es prioritaria, habrá que poner lo mejor para ganar esta Copa Argentina

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