Ganar el torneo hace rato que parece una utopía. Pero, lo mínimo que se puede hacer para alimentar esa utopía es ganar. Y Boca viene cumpliendo su parte. Tercera victoria consecutiva, cuarta en cinco partidos. Esta vez 2-0 ante Defensa y Justicia, un rival tan entusiasta como poco efectivo, en un partido donde Boca se lucio de a ratos y reguló energías en muchos pasajes. Tanto esas regulaciones como dos de los tres cambios fueron pensando en el partido del jueves próximo (Cerro Porteño, por la Sudamericana). El otro cambio, obligado por una muy mala noticia, la casi segura rotura de ligamentos de Magallan. Una verdadera pena pues se trata de un pibe que se venia asentando en la zaga central y justamente es un lugar en el cual estamos diezmados por las lesiones.
Buen nivel de Martinez, el autor de los dos goles, muy buen partido del pibe Cubas, que jugo con el aplomo de un experimentado, productivo el desgaste de Carrizo y en general una producción pareja del resto del equipo.
Boca es un equipo en formación en un proceso recién comenzado. La película, con los vaivenes propios de todo inicio es auspiciosa. La tendencia de juego, rendimientos y resultados es positiva. Se tienen que seguir corrigiendo errores, se tienen que seguir mecanizando movimientos y afinando asociaciones, pero estamos ante un plan bien pensado y ejecutado. Paciencia y perseverancia, los festejos están cerca
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