16/4/12

Noche para el olvido

    Rotación obligada, cambio de esquema y derrota en la visita a Tigre 2-1.

   Primera aclaración, Boca, en general nunca jugó bien el partido, es más de a ratos jugó decididamente mal, pero así y todo no mereció perder, y la derrota estuvo lamentablemente influenciada por factores externos, léase arbitraje.

   Sorprendió Falcioni con la formación inicial, al incluir a Mouche junto a Cvitanich y Silva, en un teórico 4-3-3, que devenía en un 4-4-2 al perder la pelota por las obligaciones asignadas a Mouche de ser un virtual carrilero por izquierda, recostándose hacia el medio para formar el doble 5 con Somoza. No salió bien la prueba. Mouche no siente la marca y el continuo ida y vuelta que le propuso Galmarini ubicado sobre esa banda lo desgastó haciendo que no respondiera tampoco en ofensiva.

   Mientras el partido estuvo en cero, Boca fue ordenado, corto, dominaba la pelota y el terreno pero carecía de profundidad y de ideas para vulnerar a un Tigre que se agrupaba bien en su campo y trataba de tocar la pelota en velocidad cuando la recuperaba. Se extrañaba entonces, y se extrañaría todo el partido el poder de organización de Román o cuando menos la verticalidad agresiva de Chávez.

   El gol de Tigre, magistral ejecución de tiro libre de Morales, produce un quiebre en el partido y a partir de ese momento y hasta avanzado el segundo tiempo, los peores momentos de Boca. Partido al medio, con los delanteros sin abastecimiento, Boca llegaba poco y nada y encima tenía que soportar el toqueteo del local en el medio y las insinuaciones (que quedaban solo en eso) de llevar peligro al arco de Orión.

   Promediando el segundo tiempo, reacciona Boca, más por espíritu de rebeldía individual (Ledesma, Silva, Schiavi, abanderados en esto), y llega al empate por Insaurralde. Parecía que se inclinaba la balanza para el lado visitante, o cuanto menos volvíamos con un punto, pero a poco del final, un centro que no parecía traer mayores consecuencias, es desviado por Schiavi y se transforma en el triunfo de Tigre. Que pudo ser evitado en el último segundo, pero una pierna salvadora del local sacó en línea la pelota que hubiera marcado el empate.

   Nadie en su sano juicio podía esperar una cabalgata plácida como la del Apertura en un semestre cargado de partidos. Justamente este tipo de actuaciones con rotaciones obligadas son las que han hecho imposible ganar Libertadores y Clausura al mismo tiempo. Pero nada está perdido. La clasificación a octavos es un hecho y todavía podemos soñar hasta el miércoles con ser primeros en el grupo. A pesar de esta derrota seguimos en la punta (acompañados por Newell´s) y en diez días jugamos por octavos de final de Copa Argentina con buen pronóstico contra Olimpo.

   Si en enero te decían que promediando abril seríamos punteros del Clausura y en octavos de Libertadores y Copa Argentina ¿no firmabas?. Yo, sin dudarlo.

P.D.: Hace 7 días tuvimos que soportar hasta el hartazgo las repeticiones en serie, en todos los canales de la extensa grilla, del “gol en off side de Cvitanich que selló el triunfo ante Argentinos Jrs.”(un pie) y a continuación las quejas de jugadores y técnico del “Bicho”.

          Hoy, ¿veremos el mismo despliegue para señalar que ninguno de los tiros libres que devinieron en goles de Tigre fue foul, y que en el gol anulado a Ledesma por supuesta mano (era el 2-1 para Boca), esta no existió?. ¿Alguien quiere apostar a que no lo harán?

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