Seis fechas disputadas del Clausura, casi un tercio. Un triunfo, una derrota, cuatro empates, 9 goles a favor, 9 goles en contra, mitad de tabla, el goleador del torneo (Martín con 5 goles). Números fríos, apenas mediocres. ¿Cabía esperar otra cosa?.
Honestamente me parece que no podíamos esperar mucho más, tomando en cuenta el proceso que desemboca en esto y que todos conocemos de memoria. Un técnico que asume a 4 días de comenzar el torneo, producto de la renuncia del técnico anterior, la que se produce por el desgaste sufrido a lo largo de seis meses de malos resultados. Pero ese técnico había llegado producto de la “renuncia” de otro técnico, producto del desgaste de otros seis meses de malos resultados…..o sea la cosa viene de lejos…..Pero como si esto fuera poco, también se va el Mánager, que estaba en medio del tironeo de la interna dirigencial, y que había llegado un año antes…..producto del tironeo de la interna dirigencial…..Resumiendo, todo mal.
El nuevo técnico, además de su escasez de pergaminos, lo que hace que todos lo miremos con lupa, se encuentra en medio del tembladeral del vestuario (cosa harto conocida) y de la dirigencia. Agarra la papa caliente y somete todo a ensayo, a prueba y error. Algo lógico, y que debería haber en la pretemporada, si hubiera podido.
Así en la primer semana jugamos tres partidos, un empate, un triunfo y una derrota, 6 goles a favor y 7 en contra. Cambios profundos, se va el Pato, sale el Negro, se mueve la defensa, se mueve el medio, se cambian nombres, posiciones y esquemas. Se encadenan tres empates al hilo, con 2 goles a favor y 2 en contra. ¿ Se podía estar mejor?, sí, considerando que se perdieron 4 puntos en empates en tiempo de descuento (Arg. Jrs. y Estudiantes), pero parece una liviandad echarle la culpa básicamente a la suerte (como Alves acá), porque, ¿solo es mala suerte que Paletta estuviera en la cancha?. Sí claro, se lesionó el marcador de punta derecho (Medel), pero ¿era necesario cambiar la dupla de zagueros que mejor se venía desempeñando hasta ahora, corriendo a Barroso al lateral?, o sea 2 cambios en 1 con resultado nefasto, Paletta (de bajísimo nivel desde hace rato) saliendo como loco a rechazar un pelotazo a la mitad de la cancha, fallando y dejando un campo libre atrás.
Mirando para adelante, ¿está todo perdido?, no, ni mucho menos. Es cierto que se achica el margen de error, pero también es cierto que no queda mucho más lugar para pruebas. A ver, el arco parece bien custodiado, la defensa más adecuada da la sensación de ser la que salió ante Estudiantes. Quizás las mayores dudas pasen por la prestación de Méndez como volante por derecha, cuando se ha lucido como volante central o “doble 5”. Pochi ha demostrado ser la mejor alternativa por izquierda y el tridente Román-Nico-Palermo asoma como intocable. Además este pinta para ser un torneo donde todos le sacaran puntos a todos, máxime cuando los equipos mejor armados (Vélez, Estudiantes y Banfield) sufrirán el intenso desgaste de la Libertadores. O sea, me parece que la puerta aún está entornada, de la mayor concentración del equipo, de la mejor elección de los cambios por parte del técnico, y de un aquietamiento de la interna dirigencial, que al menos no estorbe rendimientos individuales (me refiero a esto), dependerá que se abra de par en par. Si no en unas semanas se nos cerrará en las narices.