El oro y el barro

 

   Bajo una lluvia intensa y torrencial, que duró todo el partido, llegó la primera victoria del año. Victoria sufrida y trabajada que se desató definitivamente en el segundo tiempo.

   Fue 3-1, pudo ser más amplio, en un campo de juego que no ayudó nada a los que más saben. Un campo de juego que no permite sacar conclusiones definitivas porque se desnaturalizó completamente el partido. Pero con agua o sin agua, con charcos más o menos, se repartieron tres puntos, y por fin, quedaron en los bolsillos nuestros.

   Y si bien el partido no permite sacar conclusiones definitivas, otra vez vimos un saludable cambio de actitud en Boca. Más allá de que se volvieron a repetir inseguridades defensivas (el gol de ellos viene de un horror de Ibarra y otra vez nos castigan de cabeza), se ve otro orden, se percibe otra forma de pelear cada pelota. Abanderado de eso de meter y raspar todas en el medio, es el chileno Medel, que encima no se quedó solo en eso sino que también llegó un par de veces al área rival, abriendo el marcador en la primera y asistiendo a Román en la segunda. Méndez se está transformado en una más que interesante opción de salida para no recargar todo en Román. Erbes, además del despliegue le agregó la cuota de gol, marcando su primero en primera, el tercero, el que liquidó el pleito. Román completo su segundo partido consecutivo de 90´, y si el despliegue, la claridad conceptual y el nivel que mostró en el segundo tiempo se hace habitual, el ver a Boca protagonista en la cima del torneo no será una utopía. Gaitán fue otra figura importante durante todo el partido, buscó por todos lados, desbordó por derecha e izquierda, mostrando un gran nivel una vez más. Y por último, el Eterno Martín, autor del segundo gol, el que inclinó la balanza para el local. Como siempre el olfato intacto y un despliegue conmovedor teniendo en cuenta el estado del campo, fatal para su cuerpo y su edad.

   Un triunfo más que importante, logrado “a lo Boca”, jugando y metiendo, peleando cada pelota como si fuera la última, presionando la salida del rival hasta el último minuto. Se sufrió bastante en el primer tiempo y se ganó por demolición en el segundo.

   Cuatro puntos en dos fechas (y no son seis por un pelito), había que ser muy optimista hace un par de semanas para imaginar esto. Ahora, Newell´s el próximo sábado. Un Newell´s que perdió un rato antes frente a Huracán, también en un campo casi inundado y que sufrió por lo tanto un desgaste similar. Si podemos traer un resultado positivo de Rosario nos acomodaremos en el inicio del torneo, y con una semana completa para trabajar tranquilos. Pero eso es historia futura, hoy hay que disfrutar un triunfo que llega en el momento justo para pensar en el despegue.