“….bienaventurados los que están en el fondo del pozo porque de ahí en adelante solo cabe ir mejorando…” canta el gran Joan Manuel en “Bienaventurados”. Y creo que Boca conoció el fondo del pozo hace unos días, en Mar del Plata. Por eso, este 2-2 como visitantes ante Argentinos Juniors, más allá de la bronca que da perder dos puntos en el descuento del partido, nos deja un montón de señales positivas.
De atrás hacia adelante, buen desempeño del Pato, respondiendo con acierto cada vez que se lo exigió, esta vez no tuvo nada que ver en los goles rivales. La defensa en general, correcta. Los laterales pasaron poco al ataque, lo que sumado a la ayuda que hoy si brindó el mediocampo dio como resultado una actuación firme. Los dos centrales cumplieron bien, pese a los pocos minutos juntos y la falta de conocimiento. Paletta, sólido en defensa y como siempre muy desmañado cuando recupera el balón, lo rifó con pelotazos la mayor parte de las veces, pero cumplió. Muñoz, venía cumpliendo un partido bárbaro, anulando a Calderón, cuando terminando el segundo tiempo, tiene una desafortunada intervención que se transforma en gol en contra y el primer empate transitorio del local.
El medio campo resultó el primer gran acierto de Alves. Medel como 5, corrió, marcó, mordió, sin la calidad de Sebastián, pero aportando una solidez que veníamos extrañando. Méndez por derecha, aportó en defensa y se sumó con criterio al ataque, encontrándose con Román por el medio o desbordando por derecha, da la impresión que nos va a dar muchas satisfacciones. Por izquierda Erbes, cumplió más en la parte defensiva, que en la ofensiva.
Román, como enganche y eje del equipo, lidió todo el partido con las marcas alternadas de Ortigoza y Mercier y sin embargo de sus pies surgió lo mejor en ofensiva. Se movió por todo el frente de ataque, remató mucho al arco y hasta presionó y recuperó algún balón. Del rebote a un disparo suyo, nace la apertura del marcador en los pies de Martín, y cuando el partido parecía que se moría, convirtió un golazo entrando desde la izquierda y rematando al segundo palo. Gaitán, fue lo mejor de Boca, empezó algo perdido por la derecha, pero cuando se tiró al otro lado, fue una pesadilla para la defensa rival. Su reemplazo a diez del final por Rosada, pareció con el resultado puesto, un grave error del técnico. Por último, Martín. El despliegue y las ganas de siempre, y el oportunismo intacto para transformar en gol un rebote no demasiado largo del arquero rival.
En resumen, considerando de donde venimos, un buen partido. Notable mejoría, sobre todo en el aspecto anímico. Bien parados en el campo, Boca fue siempre un equipo corto, con poca distancias entre líneas, ya sea cuando atacaba buscando abrir el partido, como cuando intentó conservar el resultado favorable y liquidar de contra. No hubo descuidos defensivos mayores y pocas veces la defensa fue sorprendida mal parada en el retroceso.
Dos veces fuimos arriba en el marcador y dos veces nos empataron, la última faltando un minuto para terminar el partido, en dos acciones aisladas.
Falta recorrer un largo camino, mejorar mucho el nivel de juego. Pero se ve una luz, una apuesta al orden, a la presión constante. Nos queda un saldo positivo de la visita a una cancha muy difícil. En tres días otra parada brava, con Lanús. Pero vamos en el buen camino, ojalá lo sigamos recorriendo.
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