Eso es lo que provoca nuestra Selección Nacional de Fútbol. Y no solo por su nivel de juego. Ese que de tan paupérrimo nos lleva a ser goleados por una selección virtual, que se juntó un rato antes del partido, y que por más que la integran excelentísimos jugadores, no puede ser que nos golee 4-2. En todo caso eso sería lo de menos.
Porque además de tener una exasperante falta de trabajo, de idea de juego, de coordinación dentro de la cancha y del constante ir y venir de convocatorias en muchos casos sin ton ni son, lo más tremendo y vergonzante viene del entorno del plantel. Del cuerpo técnico y de los dirigentes de la Afa que asisten impasibles a los dimes, diretes, declaraciones rimbombantes y cruzadas, una verdadera feria de vanidades.
Cristian Grosso, hoy en Cancha Llena, publica esta nota, donde analiza el momento de la selección e historia el año y pico que lleva Maradona a cargo de la misma y todos los chispazos que saltaron en este tiempo.
Demás está decir que suscribimos cada una de las palabras de la nota. Y será cuestión de esperar como sigue esto, todo da para pensar que al lado de nuestra selección, el Moulin Rouge parece un Convento de Hermanas de María.
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