13/12/09

Con la frente alta y el honor a salvo

   Así tenía que ser. Si Banfield debía ser campeón, que lo fuera y bien merecido ha sido. Si el Taladro tenía que dar la vuelta en La Bombonera que lo hiciera y fuera respetuosamente aplaudido como lo fue, bien merecido ha sido. Pero no Boca no debía, no podía ser un simple partenaire de una fiesta ajena en la propia casa. Y no lo fue.

   No fue una gran demostración futbolística ni mucho menos. No podemos a esta altura pretender algo semejante. Pero se jugó como se debía jugar el partido. A cara de perro, luchando cada pelota, incomodando a Banfield, presionándolo cuando se podía, y abroquelándose en el propio campo para salir de contra cuando el partido lo ameritaba. Así, presionando en campo ajeno, llegó la apertura del marcador, luego de un penal sancionado tras una innecesaria y más que clara falta contra Gaitán (qué buen torneo de Nico, de lo poco rescatable del semestre), que Martín, el gran Martín transformó en gol para terminar con la sequía de 8 partidos sin convertir. Después se manejaron los tiempos del partido. El Pato respondió en un tiro libre (nada menos, el karma de este año), única llegada en el primer tiempo del visitante. En el segundo llegó el momento de aguantar y resistir durante largos minutos, con el Pato como estandarte, para llegar cuando se pudo y que Martín anotara el doblete. Al mismo tiempo llegaban noticias de Rosario con la derrota de Newell´s también por 2-0, el campeonato se liquidaba a favor de Banfield y entonces todo se hizo más pausado. El Taladro no podía, Boca había cumplido con lo que se esperaba.

   Terminó un año y un campeonato que obligan a la reflexión para no repetir errores y horrores en todos los niveles, dirigencial, técnico y futbolístico. Pero ese es otro tema. Habrá tiempo para analizar y comparar números y actuaciones. Ahora es tiempo de descansar con la tranquilidad que al menos, el último paso se pudo dar con la frente bien alta.

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