6/12/09

Ni el tiro del final

    Terminando un año de terror, que para comparar hay que retroceder al menos 15 años para atrás, viniendo de una actuación imperdonable ante San Lorenzo, Boca evidenció una notable mejoría de la mitad de la cancha hacia adelante, pero los mismos (o más) defectos que siempre hacia atrás. Y el final fue historia conocida. Perdimos 2-1 a falta de pocos minutos.

   Por genética, los bosteros valoramos mucho la solidez defensiva y el aprovechamiento integral de situaciones favorables. Por genética, los equipos de Basile se potencian del medio hacia arriba y buscan ganar por demolición cambiando golpe por golpe. El problema es cuando los encargados de golpear no lo hacen con contundencia. Y el encargado principal, Martín, está en medio de una racha negativa que todo goleador padece de vez en cuando. Solo así se puede explicar que nada menos que él haya desperdiciado 4, sí cuatro, situaciones netas de gol, cabezazo en el palo incluído. Y que Gaitán, Mouche (otro en el palo), Viatri y el Pocho hayan hecho lo mismo con las suyas. Hubo actitud, hubo despliegue, hubo llegadas….pero…..atrás tenemos la mandíbula de cristal. Independiente llegó poco y lastimó mucho. Y cuando menos lo pensaba, en un avance aislado se terminó llevando una victoria que no conseguía desde hace trece años.

   ¿Empezará el Coco el 2010 al frente del plantel? Parece que sí. Pero lo que si es perentorio es que con o sin refuerzos, con la gente de la casa o con incorporaciones puntuales se trabaje a fondo en pos de disimular los graves problemas defensivos que tenemos. Más presión en el medio, más recuperación en campo ajeno, más relevos de marcadores de punta que suben, en suma más trabajo, que tal vez redunde en menos vistosidad ofensiva, quizás en algunas llegadas menos, pero seguramente en menos sofocones también. Y todo eso junto redundará en más puntos….puntos que necesitamos como el agua para recuperar el protagonismo que este año no tuvimos en ningún momento. ¿Podrá la genética de la institución prevalecer sobre la genética del técnico?, ¿o habrá que pensar en alternativas que se aúnen?

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