Se viene el Mundial, y se viene el tradicional viaje de nuestros ilustres embajadores deportivos. Estos muchachos que representan lo más folklórico y tradicional de nuestra idiosincracia futbolera. Nuestros queridos Barras Bravas
Pero como los mundiales tienen la particularidad de jugarse habitualmente un poco alejados de nuestras tierras, suele producirse cada cuatro años una verdadera aberración discriminatoria que era necesario subsanar de una vez.
¿Cómo puede ser que solo viajen “barras pudientes”, representantes de “clubes grandes” que disponen de ingentes recursos (reventa de entradas, marketing trucho, custodia de estacionamientos, de recitales, etc. etc.) y queden afuera una multitud de muchachos esperanzados que el único recurso que tienen a mano es el apriete a dirigentes y jugadores de sus propios clubes?.
Por suerte, segundas y terceras líneas de nuestro Gobierno Nacional y Popular han tomado cartas en el asunto. Y como corresponde en tiempos de democratización de muchos ámbitos, han conformado una especie de ONG que tiene por nombre Hinchadas Unidas Argentinas, con los declarados objetivos de obtener recursos para viajar al mundial y de paso erradicar la violencia de las canchas.
Lindos trapos con los colores nacionales, el nombre de la ONG, un simpático pingüino y las letras VK superpuestas (¿alguna alusión al improbable retorno de algún ex presidente?) se pueden ver en muchas canchas de primera. Pero como la democratización debe ser amplia hoy nos enteramos que 42 barras del ascenso se suman a esta iniciativa.
Obviamente desde el gobierno se niega de plano cualquier relación con esto. Cosa de la que no dudo. Como no dudo de la caída de la pobreza, la inflación baja, que la inseguridad es una sensación y que Antonini jamás pisó los impolutos salones de la Casa Rosada.
No se porque, pero esto hace recordar a cuando el Filósofo contemporáneo Luisito Barrionuevo (“la guita no se hace trabajando”, entre otras esclarecedoras frases), como presidente de Chacarita Jrs. negoció con la barra brava recursos a cambio de no violencia o lo mismo hizo otro prócer como Eduardo López en Newell´s, ¿terminará igual esto?.
PD: La “prensa destituyente” se ha ocupado profusamente del tema (cuando no!! garcas!!), acá, acá, acá, acá, acá y acá. Busqué ilustrarme del tema en lugares más serios, pero no tuve suerte, al menos en Página 12 no se ocupan del asunto.
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