Ya está todo dicho. Solo la matemática nos dice que la ilusión de llegar a la Libertadores aún es posible. La fría razón dice que no la jugaremos en el 2010. Cuando restan 18 puntos por jugar, Boca está a 9 de la punta del Apertura, en la décima ubicación y a 9 de un hipotético repechaje, con cinco equipos por encima. Al comenzar el Apertura, teníamos 9 equipos por encima y estábamos a 8 puntos. La cuesta ha sido muy empinada y parece que no llegaremos a buen puerto.
¿Pero es solo culpa del “Ciclo Basile?. Absolutamente no. En todo caso la gran responsabilidad de este ciclo es que ya se sabía de antemano que la cuesta era brava y se tuvo un bache muy importante al comienzo del torneo que ahora se está pagando con un margen de error igual a cero y que no perdona ni siquiera un empate ante uno de los animadores del campeonato. Las culpas mayores, en todo caso vienen del ciclo anterior y se reparten entre dirigentes, cuerpo técnico anterior y plantel en general, con culpas mayores en algunos en particular.
La eliminación de la Copa Libertadores se produjo el 21 de mayo. Para ese entonces se llevaban disputadas 14 fechas del Clausura y el equipo sumaba 16 puntos (ahora suma 19 puntos en 13 fechas, bastante parecido). El tema es que en las 5 fechas restantes solo se consiguieron 6 puntos, con lo que se sumaron 22 puntos y se hipotecó gran parte de la clasificación. De otra cosa estaríamos hablando en caso de haber sumado aunque sea 6 puntos más.
Una dirigencia que no supo poner fin al ciclo Ischia de una manera coherente, un buen tipo como Carlos que se encaprichó en seguir en un puesto del se debía haber alejado al ser eliminados de la Copa, y un plantel incapaz de superar sus divisiones internas (como parece haberlo hecho ahora) y de enfocarse en el objetivo de seguir ganando aunque ya no se peleara por el título, con la mira puesta un poco más adelante.
Es de esperar que ahora no cometamos el mismo error. Si bien nadie se morirá porque no juguemos la Libertadores sería más que conveniente terminar con un buen puntaje que nos permita al menos asistir a la Sudamericana, porque hace 10 años, que al menos un torneo internacional jugamos (y bastante bien nos ha ido).
Por lo tanto es de suponer y esperar que dirigentes, mánager y cuerpo técnico ya estarán planificando con tiempo refuerzos y trabajo para asegurar la vuelta a los primeros lugares el año que viene.
Esto es desde la razón. Pero el corazón tiene razones que la razón no comprende. Y en el corazón todavía sentimos que los números nos avalan, que si ganamos los seis partidos por ahí……
No hay comentarios:
Publicar un comentario