22/8/23

Alta tensión

 Viene Racing y hay cuentas pendientes. Viene Racing y será la ida de los cuartos de final de la Libertadores. Mucho en juego. Demasiado. Pero es un "partido largo" de 180 minutos, que salvo esos imponderables que el fútbol nos depara a veces, se resolverá en una semana en Avellaneda.

Por eso será altamente recomendable ir a esa revancha con un resultado a favor. Y eso es ganar. Ganar y después vemos por cuánto. Y obviamente, si no se puede ganar el tema es no perder. La anulación del gol de visitante para las definiciones hace que no importe por cuanto se empate en caso de no ganar. Pero estas disquisiciones deberán quedar para después del partido y con el resultado puesto.

Almirón no da pistas, ni en el esquema ni en la formación. Se sospecha que siendo en la Bombonera se decantará por su favorito 4-3-3, y aparentemente hay 8 jugadores "seguros" y varios para ocupar los 3 lugares que faltan.

Traducido. Es seguro Romero en el arco. También la dupla de centrales Figal-Rojo y el lateral izquierdo será Fabra. En el medio jugarán seguramente Pol y Medina. Barco es otra fija y Cavani arriba. Ahora bien, queda por resolver, el lateral derecho entra Blondel y Weigandt. La presencia de Advíncula, si será extremo o un 4 adelantado. Quién ocupara el centro de mediocampo, ¿será Pol, será Equi o Campuzano? También es duda el o los acompañantes de Cavani, ¿doble 9 con Merentiel?, ¿Changuito de un lado y el peruano del otro? o ¿Changuito por derecha y Barco como extremo izquierdo?

Jugando a ser Almirón, uno, desde la impunidad del teclado diría:

Romero, Blondel, Figal, Rojo y Fabra, Medina, Pol y Barco, Advíncula, Cavani y Zeballos.

Veremos cuantos acertamos y sobre todo, veremos si el que acierta es Almirón, que es el que debe hacerlo. Está fresco aún el recuerdo del partido ante el mismo rival, por la liga anterior, el día que probó a Advíncula de extremo y se produjo tal vez el mejor partido de Boca bajo su conducción. Claro que el rival habrá tomado nota y precauciones con respecto a aquel partido.

Cada partido es una historia en sí mismo. Una historia que se empieza a escribir a partir del silbato inicial y que en este caso esa historia se prolongará durante 7 días hasta el pitazo final en Avellaneda. Pero si la historia se escribirá minuto a minuto, estos primeros 90 serán fundamentales para el final de los 180 pactados. Tenemos toda la ilusión, la confianza y la fe. Hay plantel, hay equipo y hay hambre de gloria. Todos los elementos necesarios para que todos soñemos. Y vaya si lo estamos haciendo. En ellos estará el que despertemos felices allá por noviembre. ¡Vamos Boca!

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