Se terminó el torneo y se terminó el semestre. Un torneo complicado, donde Boca estuvo hundido y con serios problemas y lo terminó en alza, a un punto de zona de Copa Libertadores y acumulando 8 partidos sin derrotas, con 4 victorias consecutivas.
Ayer, se venció a Independiente en su casa. Y si para las nuevas generaciones eso puede parecer algo rutinario, más teniendo en cuenta la paupérrima actualidad de los de Avellaneda, para los que peinamos canas siempre es un triunfo importante y trascendente. No están lejanos los tiempos donde hacerlo era una proeza, y nunca está demás recordar que hace solo un par de décadas se logró dar vuelta un historial que ahora es ampliamente favorable al Xeneize.
Vimos un primer tiempo muy flojo de Boca. Con un Almirón que volvió a insistir en un esquema, que evidentemente es su fetiche, pero para el que no contaba con jugadores adecuados. Un 4-3-3 con Briasco en bajo nivel y con Merentiel, que no siente la posición, como extremos está condenado al fracaso desde la previa. Así vimos media hora anodina, de mucha tenencia y pases laterales y con poca y nada presencia ofensiva. En ese lapso el local tuvo un par de chances para adelantarse en el marcador pero la pericia de Chiquito Romero y la poca puntería de los delanteros nos dejaron en carrera. En el cuarto de hora final de esa etapa, Almirón ajustó a un 4-4-2, con Briasco bajando y Merentiel cerrándose, y vimo algo de mejoría.
Por suerte el dt tomó nota y en el segundo tiempo realizó dos cambios fundamentales. De arranque Fabra por Briasco, pasando Barco al medio. A los pocos minutos Changuito Zeballos por Merentiel. Y entre Fabra (genial) y Zeballos definiendo llegó la apertura del marcador en el comienzo de 10 minutos frenéticos. Porque 2 minutos después, Benedetto, de partido absolutamente deficitario, la pierde en el medio, sigue la jugada y termina cometiendo una mano infantil dentro del área. Penal para el rojo y cuando venís mal todo te sale mal. Va Cauteruccio que llevaba convertido los 6 penales que había pateado, y ataja Chiquito Romero, para ser figura del partido. Y pocos minutos después, cerrando ese miniciclo de 10 minutos, Valentini (jugó un gran partido) convierte de cabeza un centro de Barco en un corner y es el 2-0 definitivo.
Ellos quedaron con sus problemas y fantasmas de descenso. Allá ellos. Para Boca ha bajado el telón, pero no hay mutis por el foro.
En solo 72 hs estaremos en Montevideo para iniciar los octavos de final de la Libertadores y vamos con ilusiones y novedades, sabiendo de lo difícil que será el rival. Llegaron y están habilitados varios refuerzos. Volvió Campuzano, llegaron Blondel y Janson, y finalmente llegó y por 18 meses, atención, de pie señores, Edinson Cavani, el tremendo jugador uruguayo es un refuerzo de lujo para Boca y para todo el fútbol argentino aunque todo el resto le quiera bajar el precio. Quiera la suerte que su llegada nos devuelva aunque sea la mitad de la expectativa que nos genera. Estamos confiados en que así será.
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