21/7/23

Las dos caras de la moneda

 Boca es una moneda de dos caras. Cara y Ceca, Ataque y Defensa. Una ilusiona, la otra preocupa. Boca derrotó 2-1 a Barracas Central, clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina y mantiene la eficacia del 100% ante este rival en los enfrentamientos que han tenido.

Si de lo que ilusiona el ataque hablamos hay que tomar el comienzo y el final de cada mitad del partido. Si de lo que nos preocupa la fase defensiva hablamos, tenemos que tomar todo el período intermedio.

Almirón planteó un 4-3-1-2, con un doble 9 arriba (Benedetto y Merentiel), con Medina suelta cual enganche tradicional, un medio de 3 con Campuzzano al centro, Pol Fernández a su derecha y Barco a su izquierda. Atrás la tradicional línea de 4 con Advíncula retornando como lateral derecho, Valdez-Figal en el centro y Fabra por izquierda.

Muy buen primer cuarto de hora de Boca, fresco en el toque, yendo para adelante, con buen entendimiento entre Pipa y Merentiel, saliendo el primero y con el uruguayo posicionado como centro delantero. Distribuía bien Campuzano en salida y el juego parecía fluir aunque sin llevar demasiado peligro. Pero bastó que Barracas subiera un poco la presión alta para que empezaran a aparecer las descoordinaciones y las salidas en falso. Ya el fútbol no fluía y si no se quería arriesgar al error en salida (sucedieron varios y generaron riesgo cierto) se terminaba en pelotazos frontales improductivos y fáciles de responder para el rival. Así transcurrió el primer tiempo con una mejor impresión óptica de Barracas incluyendo un par de situaciones conjuradas por Romero, pero sobre el final, la mejor combinación en ataque de Boca que termina con un auténtico golazo de Medina. Cosa seria Cristian, y encima parece que ahora si Almirón ha por fin detectado la posición en la que mejor rinde.

El arranque del segundo tiempo fue furioso. De arranque se lo sacan a Merentiel sobre la línea luego de excelente asistencia de Pipa, y enseguida, combinación Pipa-Medina, asistencia de este y Merentiel que ahora si define. Parecía liquidado, pero aparecieron los errores defensivos cuando el partido estaba completamente controlado. Un mal lateral de Advíncula, un rechazo defectuoso de Valdéz y un golazo del rival. Solo un gol de diferencia y a remarla.

Estuvo rápido Almirón con los cambios. En pocos minutos entraron Weingadt por Merentiel, pasando Advíncula como volante-delantero, Vázquez por Benedetto, Equi Fernández por Campuzano, Rolón por Medina y Changuito por Barco. Y si de ilusión en ataque empezamos hablando, Zeballos nos ha ilusionado a todos. Volvió con todo, como si nunca hubieran sucedido sus lesiones. Picante, encarador, una pesadilla para el rival. El travesaño le negó un golazo de tiro libre y el arquero rival evitó otro par que pudieron establecer un resultado más contundente. Desde los cambios en adelante, el control del partido fue total para el Xeneize y así selló la clasificación.

Repetimos que material hay, y vendrá más, el gran desafío del dt será ensamblarlos y que logremos tener un equipo base confiable. Las desatenciones en salida pueden ser muy peligrosas ante un equipo que presione como Barracas pero que luego de recuperar la pelota la use con más criterio que el rival de ayer. La Libertadores no perdona desatenciones.

Ilusión y Preocupación. Ataque y Defensa. Cara y Ceca. Vamos Boca que lo mejor está por venir. 

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