3/1/21

Estuvo mal.....pero no tan mal...




 Fue tablas el primer enfrentamiento en más de un año. Un empate en dos goles, emotivo para los neutrales, con muchas circunstancias cambiantes, que dejó tranquilidad de un lado y muchas quejas del otro...¿adiviná quien es quien?.

No salió de entrada como se especulaba en la previa. Si fue previsible el mix entre titulares y suplentes que puso Russo, priorizando la Libertadores, pero, del otro lado, ayer fue la culminación de un acting que les llevó toda la semana.

Toda la semana el "periodismo" que los sigue agitó que debido al poco tiempo entre este partido y el que juegan ellos el martes, la formación estaría plagada de suplentes, casi casi la reserva. Esto se vio corroborado por el dt que en conferencia de prensa lamentó la fecha del partido y que por descansar un día más, el rival podía presentar muchos más titulares que ellos. Finalmente ellos pusieron todo lo que tenían, es más arriesgaron a algunos que venían tocados. Lamentable el papel del "periodismo" que se prestó a este juego (ellos mismos declararon orgullosos al final que "solo un gil podía pensar que jugarían tantos juveniles", Cortese textual), un juego tan viejo que lo inventó Helenio Herrera en los 60 y por acá tuvo su continuidad en el Gran Toto Lorenzo...muchachos, atrasan 50 años con estas pavadas.

Yendo al partido en sí, Russo planteó lo que debe hacerse con este rival. Cederle la tenencia, cerrarle los caminos interiores, dejarlos venir por afuera e indefectiblemente deberán terminar en centros. A su vez, estar atentos a recuperar la pelota y ser directos en el ataque. Sin tener los mejores intérpretes para esto, y quizás errando en las posiciones de algunos jugadores, el plan se cumplió a la perfección por 75 minutos.

Boca salió a la cancha con solo 4 titulares seguros (Andrada, Izquierdoz, Campuzano y Villa), con varios que pelean la posibilidad de serlo (Buffarini, Capaldo, Cardona, Wanchope) y otros relegados como Zambrano, Más y Mauro. Decíamos de algunos errores de Russo en la formación y luego en el desarrollo (¡Qué fácil es frente a un teclado!). Cardona fue ubicado por derecha y pasó desapercibido. Nunca encontró la posición, le costó perfilarse y no pesó como sabemos puede hacerlo. El doble 5 de Campuzano con Capaldo recarga de trabajo a Campu, porque Nico tiende a correr demasiado y pierde la posición, esto sumado al poco compromiso para la marca tanto de Villa como de Cardona, lo hacía enfrentarse a demasiados rivales, con lo que los riesgos de pegar y recibir tarjetas aumentaba. Se salvó en el primer tiempo de ver la roja con un codazo, no fue sustituído a tiempo y terminó siendo expulsado sobre los 20 del segundo tiempo en lo que fue el vuelco fundamental del partido.

Porque hasta ese momento el partido estaba para que gozaron los que se exitan con la posesión por la posesión misma de la pelota. Mientras ellos la tenían el 70% del tiempo y solo generaron un par de chances de gol, una sacada por Andrada, la otra que devolvió el palo, Boca se puso en ventaja y tuvo al menos dos chances netas más para aumentar. Eso continuo en el segundo tiempo, con el dt rival tirando a la cancha al par de titulares que le faltaban y repitiéndose hasta el hartazgo con pases laterales que terminaban en centros. 

El plan de Boca era claro, esperar el inevitable desgaste del rival y aprovechar esto en los últimos 20 minutos para liquidar el pleito. Venía saliendo bien hasta que la expulsión de Campuzano (una irresponsabiliad imperdonable) trastocó todo. Ya habían entrado Carlitos y Soldano, pero fue necesario el ingreso de Jara por Cardona y Soldano bajó a volantear. En una ráfaga de 5 minutos, con dos centros precisos el rival dió vuelta el partido y todo se hizo cuesta arriba. Pero, se hizo echar Enzo Pérez y se igualaron en 10 jugadores por lado, Soldano presionó y recuperó Carlitos frotó la lámpara y le metió una asistencia riquelmeana a Villa, que esta vez sí, definió perfecto. Justo Villa, que había sido por lejos el mejor de Boca, el que más preocupó, el que arrastró marcas y estuvo dos veces antes a punto de marcar. Se lo merecía para recuperar la confianza en sus posibilidades de definición.

Este empate deja todo como estaba en la cima de la tabla. Llegaremos a la última fecha con la ventaja de depender de nosotros mismos. Pero sobre todo permite llegar con cierta tranquilidad al partido del miércoles con Santos, en lo que más importa. Además teniendo en cuenta la posibilidad que nos crucemos en el Maracaná a fines de enero (si pasamos a Santos y ellos a Palmeiras) tenemos la ventaja que "vimos lo mejor que tienen", no les pidan más. Sabemos que podemos contar con otro Boca, con una versión mejorada. Y eso nos da ánimo y optimismo.

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