Para los neutrales fue un partidazo. Para nosotros un empate con sabor a poco. Con sabor amargo por no haber sentenciado una serie, cuando se dispusieron de largos pasajes favorables, y de muchas ocasiones para marcar una ventaja decisiva, y que, como en el último partido jugado contra Independiente por el Clausura pasado, se escapa sobre el final.
Fue un 3-3 que deja la serie abierta y obliga a Boca a salir a ganar en Avellaneda la próxima semana. Ya sabemos que los benditos goles de visitante favorecen a Independiente en casos de empate en cero, en uno o en dos goles por bando.
El partido fue intenso, cambiante, en el que el gran defecto de Boca fue no aprovechar los largos pasajes favorables para definir y la virtud del visitante fue aprovechar sus oportunidades cuando nada parecía indicar que las pudiera tener.
Empezó mejor parado Independiente e incluso tuvo una chance de gol antes de los 10´, pero un error de Galeano al borde del área propia sobre los 15´ le posibilita a Silva abrir el marcador. Desde ese momento y hasta el final del primer tiempo, el dominio de Boca fue total, y el desaprovechamiento de al menos 4 situaciones netas de gol también. Pero sorpresivamente a los 43´llega el empate de Independiente por intermedio de Santana. Primer golpe del visitante. Igual antes del final del primer tiempo, el golazo de Somoza, desde afuera, pone las cosas 2-1 y con un atisbo de justicia. Comienza el segundo tiempo como termino el primero y en menos de 5´Boca vuelve a desperdiciar situaciones, pero en un centro aislado y fácil, D´Angelo comete su único error, (y lo hace por partida doble), y Rosales decreta el transitorio 2-2. Encima enseguida se va expulsado Schiavi. Parece que viene la noche. Pero los ingresos de Albín por Chávez, pasando Cellay a la zaga y de Acosta por Blandi, revitalizan a Boca, y el golazo de tiro libre de Sánchez Miño (tremenda figura, hace de todo y todo bien) pone el 3-2 sobre la media hora. De ahí hasta el final Boca dispone de otras 3 o 4 situaciones netas de gol, sobre todo en pies de Clemente que marra un mano a mano increíble, no le sancionan un claro penal a Acosta, y cosa de locos, en el último minuto, Clemente para coronar un fatídico final de partido comete un penal infantil que Farías se encarga de transformar en el 3-3 final.
Si este partido deja alguna enseñanza es que Sánchez Miño es titular indiscutido. Que lo ponga donde quiera Falcioni, pero tiene que jugar. Después de este partido, se me ocurre que tranquilamente puede ser el enganche de Boca. Es claro, tranquilo, inteligente, tiene despliegue y visión de la cancha. Seguro no le queda grande ese puesto. Otra enseñanza, Burdisso ya se ganó el puesto. También Albín demostró un despliegue espectacular desde la derecha. Con él de ese lado y Clemente del otro Boca será un equipo temible desde las bandas. Y otro tanto con Acosta que tuvo un debut más que promisorio y se perfila para ser el acompañante del centrodelantero que el técnico quiera.
Faltan 90´que serán duros en cancha de ellos. Pero está más que visto que Boca es más equipo. Si se serena y tiene más efectividad arriba el pase es más que posible. En cualquier caso será un partido más que interesante, sobre todo para los neutrales que lo miren. Ellos hoy, disfrutaron en forma. Aunque nosotros termináramos con demasiada bronca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario